viernes, 19 de agosto de 2011

TRAVESÍA NOCTURNA "RUTA DEL GALLO" Y ASCENSIÓN A "LOS CURRILLINES" - 06/07-08-11

Segunda marcha nocturna del club de este verano 2011. En esta ocasión hemos recorrido la travesía señalizada como “Ruta del Gallo”, en la localidad de Cármenes. Además, parte de los participantes hemos ampliado la misma con la ascensión al pico Currillines, emplazado en el extremo occidental de la sierra que recorre el norte del valle de este pueblo, y ya con caída hacia la zona de Villamanín.

Resultó un fin de semana de lo más completo quedando a continuación resumido su transcurso.


(NOTA: Pinchando sobre las fotos pueden verse con la calidad original y más grandes)

El sábado por la tarde nos hemos acercado hasta Cármenes donde, tras un rato buscando un lugar para acampar, un amable vecino nos ha cedido un prado para tal efecto. En él montamos las dos tiendas antes de dirigirnos hacia la plaza de la iglesia donde cenamos tranquilamente. Nos tomamos luego un café en el bar y nos encaminamos hacia la pradera para prepararnos para la ruta que comenzamos a las 0:30 horas.


Por la carretera subimos unos metros con dirección a la Collada de Cármenes desviándonos enseguida siguiendo las señales de la ruta. Un pequeño despiste nos sacó luego a unos prados sin salida, pero rectificamos y por el camino fuimos avanzando entre praderas con ganado y algo de arboleda. Las nubes que antes habían amenazado lluvia se esparcían y el cielo quedaba estrellado por completo.


Dejamos atrás unas majadas y llegamos al mirador sobre el valle desde donde vimos varios pueblos como el mismo Cármenes, Almuzara, Valverdín y Pedrosa. Seguimos la marcha y nos internamos en un bonito pinar donde la noche se torna más misteriosa dentro del bosque. Tras el mismo, y ya bordeando el pico Gallo, nos envolvió un banco de niebla durante unos pocos minutos. La pradera estaba empapada y nosotros también por la humedad de la misma.

A las 4:00 h. llegamos al alto de Trasnorios, parte más alta de la ruta desde la que se veía Gete al sur. En estas rocas nos detuvimos una hora a contemplar el inmaculado firmamento y tomar de paso un tentempié. Alguno incluso echó una cabezadita.


Retomamos la marcha para meternos en otro bonito bosque, esta vez de hayas, en el Monte Brición. El sendero de entrada al mismo no está muy bien marcado y las señales espaciadas, para verlas de día lógicamente, nos despistaron durante unos minutos antes de enfocar bien la marcha de nuevo. El primer tramo es muy empinado y el peligro de resbalón no era difícil. Dentro de este hayedo pueden verse ejemplares de formas retorcidas y bellos rincones que nos detuvimos a disfrutar y plasmar en numerosas fotos. El que no haya hecho marchas nocturnas no sabe realmente la cantidad de detalles y paisaje que puede verse incluso en la oscuridad.



Sobre las 6:30 horas comenzamos a ver la claridad del alba entre la arboleda. En el valle vimos cómo las nieblas cubrían el mismo a media altura sobre Almuzara y Cármenes. El camino serpentea por la falda Este del pico Gallo cerrando el circuito a la llegada de Cármenes cuando eran las 7:45 horas......... algunos, ya que otro/as se habían adelantado y llegaron una hora antes.

En la campa, ya de día, nos metimos a la tienda para dormir al menos unas horas.


Nos levantamos sobre las 11:00 h. Desayunamos y recogimos las tiendas. Mientras parte del grupo decía volver a casa ya, otros decidíamos subir al alto de la cresta de la sierra Norte del valle que los mapas viene marcada con el nombre general de La Carba, por la cumbre que hay en medio de la misma. De todo el Norte de Cármenes no llevábamos mapa.


Comenzamos a subir por un camino que salía del pueblo abandonándolo enseguida hacia las laderas. Hasta alcanzar la cresta tuvimos que pelearnos con la maleza, vimos unos bonitos caballos en medio de un bosque y incluso encontramos un navaja oxidada. Desde un determinado punto vimos completamente la ruta hecha por la noche, salvo dos tramos ocultos por las cumbres del pico Gallo y otra pequeña peña. En la panorámica está marcada.

Tras todo ello alcanzamos el extremo oriental de la misma con vistas a Pontedo y varias de las cumbres cercanas a Vegarada. También teníamos una amplia vista de todo el cordal hacia poniente.



Retomamos la marcha por la misma cresta hasta lo alto de unas rocas en las que nos detuvimos unos minutos a tomar un tentempié. Fue allí donde decidimos llegar al pico Currillines o intentarlo al menos. Era visible al final del largo cresteo de unos 3 kilómetros largos. Por la ladera norte bajaba un verde hayedo hacia los valles de Villanueva de Pontedo, pueblo que enseguida vislumbramos. Pasamos por varias cumbres sin señal alguna mientras veíamos Cármenes de continuo en el valle.


Tras cruzarnos con un pastor con su rebaño de ovejas y rodear las peñas del pico La Carba, que en los mapas viene marcado en dos lugares, alcanzamos la cumbre poco antes de las 18:00 horas. Desde la misma se podía contemplar un amplio paisaje con valles y cumbres, algunas de las cuales se cerraban ya por las nieblas. Al Sur destacaba el Fontún y al Norte el Brañacaballo. Se veía Villamanín y parte del Valle de Arbás, aunque ahora Cármenes estaba oculto tras unas rocas. En la cima comimos, que no lo habíamos hecho, y descansamos un rato. Nos sacamos unas fotos, dejamos tarjeta y poco antes de las siete nos encaminamos hacia abajo.




Descendimos hacia la collada entre Currillines y La Carba decidiendo si echarnos hacia la Collada de Cármenes o hacia un pueblo que veíamos más al Oeste. La intención era, desde cualquiera de los dos puntos, intentar que algún coche nos acercara a Cármenes, a al menos a mí, que era el conductor.

Nos decidimos a echarnos hacia el pueblo bajando por el valle del arroyo de Barrio donde se nos cruzó un rebeco a escasos metros. Seguimos un sendero que nos bajó a un ancho camino cerca de una nave ganadera. Por él llegamos a éste pueblo que solo allí preguntando supimos su nombre, Barrio de la Tercia. Eran las 20:00 horas.

Saciamos la sed en una fuente y salimos a la carretera general subiendo con dirección a la Collada de Cármenes. Un buen alma caritativa a la que echamos el alto me acercó a Cármenes donde tenía el coche y donde estaba una compañera que no había subido con nosotros.

Con el vehículo regresamos al encuentro de los compañeros mientras veíamos cómo las nieblas ya se cerraban en las crestas por las que habíamos estado. Paramos luego en Fontún a tomar un refrigerio antes de emprender el regreso a León.





Creo que queda más que resumido lo acontecido en este fin de semana, aunque sin duda las fotos dan una amplia visión de todo ello.


miércoles, 3 de agosto de 2011

HAYACORVA (S) Y CAÑON DEL EBRO (BU) - 23/25-07-11

(NOTA: Pinchando sobre las fotos pueden verse con la calidad original y más grandes)

APROVECHANDO ESTE LARGO FIN DE SEMANA FESTIVO, NOS HEMOS IDO A LA PROVINCIA CANTABRA PARA INTENTAR, DE NUEVO SIN ÉXITO, LA ASCENSIÓN AL CASTRO VALNERA. UNA VEZ MÁS LA MALA CLIMATOLOGÍA NOS LO IMPIDIÓ, AUNQUE SÍ REALIZAMOS LA TRAVESÍA PREVISTA POR EL BOSQUE DE HAYACORVA Y UNA SEGUNDA POR LOS CAÑONES DEL EBRO, EN BURGOS, COMO YA HICIMOS EL PASADO AÑO.

Parte del grupo se había ido la mañana del sábado 23 mientras el resto lo hacíamos de tarde. Nos detuvimos unos minutos en Reinosa a estirar las piernas antes de retomar el viaje hacia Santander, en el cual decidimos entrar un rato a pasear por la playa.




Sin mucho retraso emprendimos el viaje hacia Liérganes, población en la que teníamos acordada la pernocta en los apartamentos rurales “La Cabaña”. Allí cenamos y nos reunimos con el resto del grupo.




El domingo 24, con los cielos cubiertos y lloviznando, decidimos adelantar la ruta prevista para el lunes, el Bosque de Hayacorva, en Ucieda. La ruta circular de unos 12 Km transcurre por un ancho camino entre un bello bosque de enormes hayas y otras especies arbóreas así como grandes helechales. La neblina entre el mismo daba al paisaje un tono místico que sin embargo restaba la pista por la que ascendíamos. Llegamos así al gran haya que da nombre a la ruta y en la que dimos un brusco giro para continuar un ascenso más pronunciado con dirección al refugio de Urizosas. Por el camino embarrado alcanzamos un punto donde abandonamos la pista para seguir un sendero que enseguida se perdió en unas praderías. Atravesamos las mismas para meternos en las faldas de un monte en medio del cual se encuentra dicho refugio. A él llegó poco después un grupo que venía a la par nuestra.






Tras unos minutos en el mismo desandamos el sendero para seguir de nuevo por el camino bordeando toda la cabecera del valle que entre los claros podíamos ver a ratos. Nos detuvimos a comer en un bonito rincón cerca de un arroyo retomando de nuevo la marcha minutos más tarde. Entre la arboleda vimos un curioso tronco con la forma de un gato sentado y pico de lechuza, extraña mutación. El camino nos llevó dando numerosos rodeos mientras perdíamos altura hacia el punto de conexión con el ramal de subida. Poco más adelante terminamos la ruta en La Casa del Monte, donde había una cabaña que bien nos pareció típica de las películas del Oeste.



A primera hora de la tarde habíamos terminado la marcha, y tras tomar un café en un bar de la carretera, visitamos otro bello rincón cercano a Cabezón de la Sal, un bosque de secuoyas con ejemplares de varios metros de altura y algunos de buen grosor.

La lluvia había cesado y decidimos irnos hasta Comillas donde algunos nos dimos un buen chapuzón en las frías aguas cantábricas. Luego visitamos la localidad en la que se encuentra “El Capricho de Gaudí” al que algunos entramos a ver, mereciendo realmente la pena los 5 € de la entrada.









Regresamos a por los coches para seguir haciendo turismo, esta vez en Santillana del Mar. Recorrimos sus bonitas calles y visitamos el museo del Barquillero.





Sin más nos dirigimos a Liérganes, donde llovía con ganas, y como ya estaba planeado, cenamos en un restaurante cómodamente antes de terminar esa jornada dominical.


El lunes 25 amaneció aún peor que el día antes. Las nieblas y lluvia cubrían totalmente el paisaje. Tras dilucidar entre todos decidimos volver hacia Burgos y hacer una ruta por el Cañón del Ebro, en el que también estuvimos el pasado año por la zona de Orbaneja del Castillo. Camino del puerto El Escudo, límite provincial, paramos en Ontaneda para comprar unos sobaos y quesadas, como no podía ser menos estando en Cantabria. Dejamos atrás este puerto y el cielo comenzó a despejarse. Después de otra parada más llegamos a Valdelateja, bello pueblo burgalés emplazado en medio del cañón del río Rudrón, afluente del Ebro al que se une poco después.



Paralelos al primero salimos por un sendero contemplando la maravilla visual del desfiladero con paredes de varios metros de altura a cada lado. Pasamos zonas de bosque y pedreros antes de llegar a un estrecho puente sobre el Ebro tras el cual se encuentra la Ermita de Ntra. Sra. Del Ebro. La idea era regresar desde allí al punto de partida, pero por circunstancias que no vienen al caso, algunos terminamos haciendo la ruta completa hasta Quintanilla Escalada con un total de unos 9 Km. Paralelo al camino transcurre en este tramo un canal. Allí el sol calentaba realmente con fuerza estival.








Desde este pueblo, y con los coches que habían acercado los compañeros que habían dado la vuelta antes, regresamos a Valdelateja donde habíamos reservado para comer también ese día en plan “turista”. Nos acomodamos en la terraza de un restaurante, en el que también estaba un conocido músico con el que Antonio se sacó una foto. A la agradecida sombra comimos tranquilamente y sin prisa alguna ya que no había más plan que el regreso, que comenzamos a media tarde.





Tras una parada en un área de servicio de la autovía llegamos a la capital a última hora de la tarde.

A pesar de no poder una vez más ascender el Castro Valnera, los planes alternativos resultaron del todo satisfactorios.