jueves, 23 de febrero de 2012

BRAÑAS DE CALDAS - 19-02-12

VAMOS AVANZANDO EN ESTE 2012 LAS SALIDAS PROGRAMADAS POR EL CLUB. EN ESTA OCASIÓN NOS HEMOS ACERCADO HASTA CALDAS DE LUNA PARA RECORRER UNA BONITA RUTA POR LAS BRAÑAS Y VALLES CERCANOS A DICHA LOCALIDAD. EL TIEMPO DESPEJADO DE LA CAPITAL NADA TUVO QUE VER CON EL QUE NOS ENCONTRAMOS A LO LARGO DE ESTA JORNADA DONDE DE NUEVO LA LLUVIA Y NIEVE NOS ACOMPAÑÓ CASI TODO EL RECORRIDO.
  

(NOTA: Pinchando sobre las fotos pueden verse con la calidad original)


La ruta marcada parte de las inmediaciones del balneario de Caldas de Luna donde aparcamos los coches.

Por una pista paralela al arroyo de Caldas emprendimos la marcha atravesando dos túneles bajo la autopista del Huerna. La nieve ya se acumulaba en el terreno y ahora solo chispeaba un poco. Este ancho camino nos llevó hasta las cercanías de la entrada del túnel del Negrón donde comenzábamos la parte circular de la travesía.
Allí entramos en un camino más estrecho entre robledal y la pendiente se hizo notar un poco más. Fue en este tramo dónde nos pasamos un desvío que nos impidió ver las primeras brañas, las de Lavén. La nieve acumulada hacía invisibles las marcas y señales, por lo que seguimos avanzando sin ver ninguna de ellas, lo cual nos extrañó, aunque al seguir por camino, no lo dimos importancia.
Fue al llegar a una collada dónde una bifurcación nos puso en aprietos, acertando al final al coger el ramal que bajaba. Por él atravesamos algunas colladas y vaguadas más antes de dar vista al valle de Lavén en el que también se emplazan las brañas del Recuesto.

Para llegar a ellas tuvimos que atravesar el arroyo de Cacabillos tras el cual comenzamos la subida hacia la collada de La Divisa, punto más alto de la ruta. Este tramo se hace bajo las laderas del pico Negrón, al que de no haber sido por la climatología, hubiésemos subido.
Antes de alcanzar dicha collada se encuentra el refugio del mismo nombre en el que nos detuvimos para comer mientras nevaba copiosamente. Los pirómanos prendieron la chimenea y si no salimos nos hacen chorizos ahumados. Menos mal que luego tiró bien y pudimos acomodarnos un rato al calor de la misma. También hay que apuntar que no hacía excesivo frío fuera, a pesar del panorama que se ve.

De nuevo en marcha llegamos a la collada comenzando el descenso por la parte contraria hacia el valle de Vildeo. Una vez más la nieve nos jugó una mala pasada perdiendo esta vez incluso el sendero. A media ladera nos metimos entre arbustos y pasamos varias vaguadas siguiendo unas huellas desconocidas hasta un punto en el que se echaban directamente al valle. Agarrados a las ramas para no patinar bajamos ese tramo antes de volver a subir de nuevo más suavemente. Por fin vislumbramos el camino por encima de nosotros y al fondo la autopista.

Ya sin dificultad alguna llegamos a las últimas brañas, las de Gameo, muy cerca ya de la entrada del Negrón. Pasamos por encima de la misma cerrando poco después la parte circular de la ruta.

Por la ancha pista atravesamos los dos túneles antes de terminar la ruta en el punto inicial. Mientras nos cambiábamos pasó por allí cerca un numeroso rebaño de cabras. Hacia el sur se veían claros que destacaban entre los negros nubarrones.
En Caldas de Luna, donde poco después lucía un espléndido sol, tomamos un refrigerio antes de emprender el regreso a León. Pasamos el puente colgante sobre el pantano y durante el trayecto vimos bellos efectos luminosos en las escasas nubes que iban quedando.

Sin novedades llegamos a la capital tras una grata jornada a pesar de la climatología reinante. La aventura final queda como anécdota si se aplica lo de: “Bien está lo que bien acaba.”

miércoles, 8 de febrero de 2012

SALCE - COLLADO DE REMANSADERO 05-02-12

EL INVIERNO, QUE HASTA AHORA NO HABÍA ENSEÑADO LOS DIENTES, LOS HA SACADO ESTE FIN DE SEMANA EN EL QUE TENÍAMOS PROGRAMADA LA ASCENSIÓN A PEÑA CORREA. LA LLUVIA Y NIEVE INCESANTE, JUNTO CON LA NIEBLA, NOS IMPIDIÓ ALCANZAR DICHA CUMBRE, QUEDANDO EN UNA TRAVESÍA DESDE SALCE HASTA EL COLLADO DE REMANSADERO.  

(NOTA: Pinchando sobre las fotos pueden verse con la calidad original)


Comenzamos la jornada con incidencias en Salce. Encontramos sus empinadas calles completamente heladas y los coches se nos atravesaban con el peligro que eso suponía. Más de media hora estuvimos para conseguir aparcar los mismos más o menos decentemente. Tras esta odisea y una foto de grupo, emprendimos la marcha poniendo “siete ojos” en el suelo. 



Cómo la primera intención era subir desde Abelgas, el mapa que llevábamos no traía completa la zona de Salce, por lo que casi a tientas salimos por un valle hacia el norte siguiendo el arroyo Campohermoso. Todos los detalles de dónde estuvimos y la ruta los hemos sabido ya en casa tras consultar los mapas completos.  En este valle encontramos el cauce del arroyo helado, aunque no mucha nieve en el camino. La lluvia se convirtió en nieve y el viento, aunque no muy frío, nos azotaba de frente. Como se ve, las fotos están totalmente borrosas por culpa del agua que empañaba la lente de la cámara.

Tras unas dos horas de caminata alcanzamos la collada de Remansadero, por debajo de la cual hay una cuadra de ganado y un pequeño refugio tras ella. Allí el viento soplaba con fuerza y la niebla cubría totalmente las cimas cercanas.

En el refugio prendimos la chimenea y a su abrigo comimos y nos secamos la ropa totalmente mojada. 

Después de un buen rato en este refugio emprendimos el descenso con el mismo panorama. Siguiendo el valle desandamos el camino hacia el pueblo en el que entramos a primera hora de la tarde.


El hielo se había ido con la lluvia y no nos complicó la salida de Salce poco después. En El Castillo, donde vimos un poco el sol y el arco iris, tomamos un café calentito y nos cambiamos antes de emprender el regreso a León.