domingo, 19 de mayo de 2013

TEBAIDA 2013 - 28-04-13


AQUÍ OS DEJO UN PAR DE ENLACES DE LAS PAGINAS DE ESTA PRUEBA EN LA QUE HA UNA COMPAÑERA DEL CLUB, NATALIA GARCÍA BENÉTEZ, HA QUEDADO 10º EN LA CLASIFICACIÓN FEMENINA.




ENHORABUENA.

martes, 14 de mayo de 2013

ASCENSIÓN AL RETRIÑÓN - CALEAO - (ASTURIAS) - 05-05-13


ESTE PRIMER DOMINGO DE MAYO NOS HEMOS ACERCADO HASTA LA LOCALIDAD ASTURIANA DE CALEAO PARA ASCENDER AL PICO RETRIÑÓN. CON UN TIEMPO PRIMAVERAL DEL TODO, DISFRUTAMOS DE ESTA JORNADA EN LA QUE PARTE DEL GRUPO SÍ ALCANZÓ LA CUMBRE MIENTRAS OTROS HACÍAMOS RUTA ALTERNATIVA.

(PINCHAR UNA FOTO PARA AGRANDAR)


Salimos de un aparcamiento que hay a la entrada del pueblo, un poco desviado de la carretera principal, para entrar en pocos minutos al mismo. La ruta que seguiríamos está marcada como "Cabeza de Arco" y desde ella haríamos la variante a la cumbre. Pues bien, ya en el mismo pueblo faltaba la primera señal que nos indicaba la entrada al valle de Xulió por el que teníamos que subir.    
Tras preguntar a un vecino del pueblo salimos por un ancho camino paralelo al arroyo entre praderías y huertas. Al fondo ya se veían numerosas cumbres nevadas. 
Por suerte sí fuimos encontrando las siguientes señales en los varios desvíos que dejamos en este camino al lado del cual vimos algunos troncos derribados de gran grosor. 
No tardamos en llegar a un punto en el que otro arroyo atravesaba el camino teniendo cercano el precario puente de La Campa por el que cruzamos con atino. 
Nos hemos encontrado con una especie nueva de homínido encaramado a los árboles a los que conseguí fotografiar. 
El camino se internaba entre un bonito bosque que nos daba sombra. Por él subimos cómodamente hasta llegar a la cabaña de La Porquera, una curiosa majada al abrigo de las rocas que le sirven a la vez de pared. 
Desde este punto el camino se transforma en sendero que en numerosos tramos se pierde por la invasión del arroyo que tuvimos que atravesar en varias ocasiones por troncos aún más endebles que el primer puente. 
A la vera del cauce ganamos altura hasta un nuevo cruce cerca del cual encontramos los restos de un ciervo, o similar, en un hueco de los riscos. 
En esta ocasión atravesamos por las mismas piedras hasta llegar poco después a una cancilla desde la que se abría el valle.  
Por encima vimos una curiosa cavidad que me recordó la forma de un gran águila. ¿Alguien también la ve? 
Pocos minutos después, y tras una fuerte subida en zigzag, alcanzamos las majadas de Xulió al comienzo de las cuales paramos a tomar un tentempié. El paraje era realmente bonito con los contrastes del verde, la roca y la nieve de fondo.  
Tras atravesar en medio de este bello rincón volvimos a cruzar el cauce que ahora era un pedregal medio seco. Nos metimos entonces en un estrecho "cañón" por el que seguía la ruta de la que continuábamos encontrando señales. 
Poco a poco cambiamos de rumbo hacia la izquierda del valle por el sendero zigzagueante contemplando ahora la cima del Retriñón detrás de nosotros. 
De esa forma alcanzamos la Collada Del Arco por debajo del pico del mismo nombre y con amplias vistas en redondo. Detrás de nosotros se alza el Retriñón para el cual aún faltaban algo más de 500 metros de desnivel de los casi 1200 totales.  

Aquí fue donde nos dividimos, y mientras parte del grupo emprendía este último tramo, Tiquio y yo decidíamos echarnos al valle de La Pandiellina hacia Los Arrudos. Yo iba ese día en muy mala forma y supe que no iba a conseguirlo. Ya me había costado incluso llegar a la collada. 
En este tramo a la cima encontraron nieve muy blanda que les ralentizó la marcha y les supuso un gran esfuerzo físico. 
Estas dos fotos siguientes en las que se les distingue ya cerca de la cima las hice con el zoom de la cámara desde el valle de bajada. 
El grupo en la cima del Retriñón, 1862 m.. Miguel, Mª Jesús, Carmen y Álvaro.  
Desde la collada, nosotros nos echamos hacia el valle de La Pandiellina por el medio de la ladera de gran pendiente. El matorral bajo apenas molestaba y se hizo cómoda.  
En la parte media se encuentran las majadas de El Arco cerca de las cuales paramos a comer a la sombra de un árbol. Luego incluso nos tumbamos unos minutos a descansar. Entre medias pasamos cerca de un arroyo que se precipitaba por otra canal formando saltos y cascadas.  
La cima del Retriñón desde dicho valle. En esos momentos fue cuando vimos a los compañeros llegar a la cumbre y hablamos con ellos por el móvil. 
Poco más abajo dejamos atrás las majadas del Felgueru antes de que el valle se estrechase y el camino emprendiera una fuerte bajada en zigzag hacia Los Arrudos. Esta cuesta se llama Prendeoriu y en ella encontramos algunas cabañas más así como casas más arregladas. Frente a nosotros se elevaba la cumbre del Pico de María Santinos al otro lado del valle de Los Arrudos. 
Enlazamos poco depués con el camino principal de este valle por el que decidimos subir unos metros hasta el principio de la hoz. 
En otra finca encontramos una fuente en la que cargamos agua. Íbamos haciendo lo mismo en cada una de las que mejor nos parecía.  
No tardamos en situarnos a la vera del arroyo en el que vimos bonitas cascadas y rápidos. Después de pasar un tramo entre la arboleda fuimos entrando en el desfiladero en sí. 
Subimos unos metros hasta situarnos a la altura del puente de La Calabaza por el que atravesamos a la margen contraria. En ella había una enorme roca sobre el cauce a la que nos encaramamos dejando colgadas las piernas hacia el cañón, lo cual no dejaba de producir cierto de vértigo.  
De regreso dejamos atrás el enlace para seguir ahora el tramo común de las dos rutas, la del Arco y Los Arrudos. En varias ocasiones encontramos el camino invadido por los arroyos laterales. También se atraviesan varios puentes hasta llegar a Caleao.  
A la vera del camino nos hemos topado con un enorme árbol derribado recientemente en el que nos sacamos varias fotos. Algunos tramos más empinados se encuentran cementados para facilitar el paso de vehículos. 
Del hueco en una pared rocosa manaba un gran chorro de agua que se precipitaba en forma de cascada al encuentro con el principal. 
No faltaron los verdes prados en los que pastaban caballos y ganado. 
Dejamos atrás varias cabañas más cercanas a dicha pista mientras ya veíamos la confluencia en la que se emplaza Caleao. 
A última hora de la tarde llegábamos nosotros al aparcamiento donde teníamos los coches mientras el resto lo hacía una hora después. Tras cambiarnos y ponernos cómodos tomamos un refrigerio en el bar del centro del pueblo antes de emprender ya anochecido el regreso a León. 
Una nueva ruta con tiempo excepcional en la que pudimos disfrutar de bonitos rincones y amplias vistas de estos dos valles asturianos.