jueves, 13 de febrero de 2014

CIRCULAR DEL CUETO SAN MATEO 09-02-14


1ª TRAVESÍA “CIRCULAR DEL PICO SAN MATEO” (Javier Gallego) 


Hemos tenido que hacer la primera modificación del calendario del club de este año. Teníamos prevista la travesía a las Brañas de Faro, en el valle de Fornela, cercano a Los Ancares. Visto la previsión de tiempo que había, y que se cumplió a rajatabla, hemos decidido modificar los planes y en vez de irnos tan lejos, nos hemos acercado a La Pola de Gordón para hacer la ruta cercana al Cueto San Mateo, la “PR LE-38” y que en algunos de sus tramos ya he recorrido en otras ocasiones. Dado que nunca la había hecho completa, la titulo como primera.

Adelanto ya que no dejó de nevar en ningún momento durante toda la jornada y en ocasiones con rachas de viento frío, lo que no nos impidió realizarla en su totalidad, e incluso ampliada al estar la misma señalizada de forma muy incompleta y salirnos por caminos no marcados y que gracias al GPS fuimos localizando sin dificultad.

A las 8:30 horas, con 1º C de temperatura, nos reunimos en Guzmán los 8 participantes de este domingo: Antonio, Nati, Álvaro, José Luis, Javi y su madre Begoña, Cundi y yo. En mi furgoneta y el coche de José Luis nos repartimos para emprender el viaje hacia La Pola ya con la nieve escapándose en la capital. Según avanzábamos se hacía más copiosa la nevada y había que extremar la precaución por el firme de la carretera que ya se cubría de blanco. Nos cruzamos con algún quitanieves que ya comenzaban a circular echando sal.

Llegamos a las 9:15 horas a La Pola y nos detuvimos en el bar de la gasolinera a tomar un café caliente para templar el cuerpo un poco. Un termómetro marcaba allí 2º C. Mientras Nati quedaba allí, el resto nos acercamos a las inmediaciones del camping donde el suelo ya estaba cubierto totalmente por la nieve. Nos preparamos para la ruta que comenzamos cuando eran las 9:50 horas por el camino que se dirige hacia el Cueto San Mateo por el valle de Cerezales. La nevada seguía incesante mientras dejábamos atrás las instalaciones del camping y un cartel de la ruta.

Entramos entonces en el camino entre arboleda a la vez que comenzamos a ascender suavemente. El paisaje nevado no podía ser más bonito y de él íbamos disfrutando plenamente. Pasamos al lado de un merendero un poco por encima del camino y cercano a una fuente con pilón. Se me ocurrió que podíamos variar el sentido de la ruta ya que el refugio de Llanolespin se encontraba al final del valle y era buen lugar para comer, pero haciéndola según lo marcado llegaríamos muy pronto. Pues bien, al llegar al punto en el que nos teníamos que desviar, Antonio, que no me había oído, había tirado para adelante sin desviarse. Al final conseguimos avisarle y nos reunimos para comenzar a subir más visiblemente entre el bosque mientras el camino se estrechaba. Llegamos así al pinar en el que nos internamos y entre el cual divisamos algo de paisaje de la parte alta del valle.

Yo llevaba un track metido en el GPS bajado de Internet y comprobé que nos habíamos desviado del mismo. En ningún momento vimos señal alguna que nos diese una pista ni desvío en el camino. En el GPS había un camino unos metros más adelante que enlazaba con la ruta y guiándonos por el mismo salimos a él y la señal indicadora en un poste de madera. Como íbamos haciendo la ruta al revés, había que seguir la dirección contraria a la marcada en la señal. Salimos del pinar y atravesamos una zona de encinas, la misma en la que hace unos años, también nevando, había rayado la lente de una cámara al limpiarla. En esta ocasión llevaba la pequeña ya desde el comienzo.

Nos situamos a la vera de un arroyo subiendo a su lado y sorteando los meandros del mismo. De vez en cuando encontrábamos alguna estaca de la ruta que nos iba guiando, aparte del track del GPS. Pasamos cerca del roquedal en el que en aquella ocasión habíamos colocado el Belén de Cumbres al sernos imposible subir al Cueto San Mateo. Cruzamos luego una cancilla con alambrada y nos situamos a la orilla de ésta. Desde allí se tenía que ver el pico frente a nosotros, pero todo era niebla y nieve. No tardamos en llegar a un desvío en el que la señal marcaba 1 hora a Santa Lucia y 1 h 5 m a La Pola, por donde veníamos. Eran las 11:45 h.

Seguimos el sendero que ahora bajaba hacia el collado El Fresno, emplazado a 1246 metros y desde el cual subimos entre matorral tupido, pero con el sendero bien transitable. Una de las portadas de mis tomos de rutas es una foto del Cueto San Mateo hecha desde ese tramo en un día nevado pero soleado.

Ya un poco a cielo abierto divisamos por delante la loma Norte del Cueto. Nos adelantó por allí un joven que venía corriendo. Al poco llegamos a la bifurcación por la que se puede atajar al valle de Cerezales siguiendo el tramo que yo siempre he hecho. La ruta del cartel estaba señalizada por detrás del pico y estuvimos dilucidando si hacerla o atajar. Viendo que se podía hacer muy corta si atajábamos y que se suponía que la larga estaba también marcada, decidimos hacer la misma. Eran las 12:30 horas y habíamos recorrido 5,000 Km. Estábamos a 1300 metros de altitud. 

Nos metimos entonces por la falda Norte del Cueto San Mateo siguiendo un camino cubierto por la nieve y viendo los canchales del pico por encima de nosotros. Subimos suavemente por aquella parte mientras íbamos bordeándolo hacia el Este. Encontramos un cartel informativo sobre la geología de la zona, último que vimos por aquella parte. Avanzamos manteniéndonos a una altura más o menos constante por la loma Este. De esa forma llegamos a la orilla de una carretera que según el mapa bajaba a Santa Lucía de Gordón. No lejos pasaba una línea de alta tensión.

El panorama estaba oscuro y no había señales de la ruta. Seguía nevando y algunos opinaban por bajar por la carretera, pero estudiando el mapa del GPS veíamos un camino que llegaba a la collada de La Muria por la que sí pasaba la ruta. Subimos entonces por un camino que nos pasó a otro valle por la loma del espigón Este del Cueto. Fuimos perdiendo altura por esa parte hasta llegar a una nave ganadera desde la que vimos un refugio por delante de nosotros.

A las 14:05 horas llegamos a dicho refugio en cuya entrada una placa ponía “Samés Llombera”. Estábamos a 1319 metros y habíamos caminado 8,700 Km. En el mismo había mesas y bancos con una chimenea y perchas en las que colgamos la ropa mojada mientras comíamos tranquilamente. El GPS marcaba un camino a la collada de La Muria, pero también desde allí bajaba un arroyo que iba a la carretera de Llombera, aunque no sabíamos como estaba. Llamamos entonces a Miguel Ángel, nuestro compañero de La Pola, que nos aconsejó subir a la collada ya que él tampoco sabía como podía estar dicha bajada.

A las 15:00 horas retomamos la marcha saliendo al camino, que se intuía en el manto de nieve que seguía creciendo. Subimos por él hacia la collada a la que llegamos en escasos 20 minutos. Desde esta altitud de 1406 metros, y en la que seguimos sin ver señal alguna, nos echamos hacia la derecha por debajo del Cueto según nos había indicado Miguel. Faldeamos dicha cumbre hacia el Norte por veredas de ganado mientras seguía nevando con fuerza. Atravesamos entre algunos árboles solitarios que fueron haciéndose más abundantes según perdíamos altura.

Por delante iban Antonio y Álvaro que ya habían llegado al camino en una zona alta. Nosotros salimos al mismo justo al lado de un cartel y la fuente de la cara Oeste del Cueto. A voces indicamos a los compañeros que bajasen, pero estaban viendo una señal que marcaba La Pola hacia el otro lado y nos decían a nosotros que subiésemos. Todavía no les había entrado en la cabeza que estábamos haciendo la ruta al revés.

Ya juntos comenzamos a bajar por el valle de Cerezales llegando al refugio de Llanolespin minutos después. Yo pensaba ya que nos lo habíamos  pasado al estar creído que estaba más arriba. Dicho refugio está a 1235 metros de altitud y llevábamos 11,200 Km. recorridos. Eran las 16:25 horas. En dicho lugar colocamos otro año el Belén de Cumbres al sernos imposible una vez más subir al Cueto San Mateo por la nieve y la niebla. Ahora comprobamos que en la chimenea aún quedaban restos humeantes de haberse usado hacía poco tiempo.

Apenas nos detuvimos en dicho lugar y seguimos bajando por el ancho camino que nos metió al precioso bosque con rincones en los que saqué numerosas fotos. Se me terminaron las pilas del GPS y durante unos 100 metros no me registró la ruta. Pensé que me la había borrado toda.

No cesaba de nevar en ningún momento y el camino tenía una buena capa de nieve blanda, aunque se caminaba bien. Llegamos así a la confluencia con el camino por el que habíamos subido por la mañana poco antes de dejar el merendero atrás. Al llegar a la altura de una finca en la que había personal, salió un mastín a nuestro encuentro. Si no es por que salen a por él se baja con nosotros para el pueblo.

No tardando nos pusimos a la vera del camping al lado de cuya valla habíamos dejado los coches de frente a la carretera general. Eran las 17:40 horas cuando terminamos la ruta en los mismos tras haber recorrido 13,700 Km. Estábamos a 1010 metros de altitud.

Tras quitar la nieve de los parabrisas de los coches y acomodarnos un poco, nos dirigimos de nuevo al bar de la gasolinera donde estaba Nati. Hemos llamado a Miguel Ángel que se acercó hasta allí un rato. Tomamos un refrigerio todos juntos y charlamos un rato antes de emprender el regreso a León.

A las 19:15 horas, ya de noche, salimos del bar y no nevaba en esos momentos. En el primer tramo del viaje estaba la carretera con nieve y había que circular con cuidado. Ya en el alto del Rabizo desapareció ésta pero nos envolvió la niebla durante unos kilómetros. A las 20:00 horas llegábamos a la capital donde se escapaba algo de lluvia.

Hemos hecho el primer cambio en el calendario programado, pero tenemos la segunda para poder cumplirlo.