sábado, 9 de agosto de 2014

BURÓN – VALLE DE MIRVA – VALLE DE RABANAL – BURÓN 02/03-08-14



XXVI TRAVESÍA NOCTURNA.

2ª TRAVESÍA “BURÓN – VALLE DE MIRVA – VALLE DE RABANAL – BURÓN”

02/03-08-14


(Javier Gallego)


Con más de un mes de retraso hemos realizado la primera marcha nocturna de este verano. Para ello elegimos una ruta que hace un par de años hicimos en la zona de Burón recorriendo los valles de Mirva y Rabanal. Es un trazado sencillo y marcado, aunque de noche hay señales que pasan desapercibidas y el GPS nos ayudó en alguna ocasión en senderos secundarios que partían del principal. Está denominado como “PR LE - 21 Mirva – Rabanal”
La tarde del sábado resultó tormentosa y de chaparrones, los cuales por fortuna desaparecieron por completo al cumplirse la previsión meteorológica del fin de semana. Con esa premisa nos embarcamos en esta aventura nocturna que transcurrió como sigue:

SÁBADO 2
A las 21:00 horas me recogían en casa Tiquio y José Luis en el coche del primero. De camino a Villaobispo para recoger a Álvaro pasamos por casa de Tiquio, al que se le había olvidado el saco de dormir. Tras recoger a este último compañero emprendimos el viaje por la carretera de Santander hasta Barrio de Nuestra Señora donde giramos hacia Boñar. Sin entrar a éste nos desviamos hacia la carretera de Cistierna por el valle de Sabero. Mientras anochecía nos acercamos a Riaño en el cual paramos a tomar un refrigerio cuando eran las 22:50 horas.
En esta localidad se celebraba una fiesta en recuerdo de uno de los pueblos abnegados por el pantano. En la plaza se preparaba un grupo musical. En uno de los bares tomamos una consumición y alguno incluso un bocata. Unos 20 minutos más tarde retomamos la marcha hacia el ya cercano Burón donde llegamos a las 23:25 horas. En uno de los bares preguntamos si había algún lugar donde poder poner la tienda de campaña sin problema, comentándonos que en la zona del comienzo de la ruta se podía si era una sola noche.
Nos aproximamos entonces a las cercanías de la iglesia y del ayuntamiento donde encontramos una fuente y unos bancos en los que nos acomodamos para cenar. Allí nos preparamos para la ruta cuando terminamos.  
 

DOMINGO 3
Sobre las 00:30 horas emprendíamos la marcha a una altitud de 1111 metros saliendo a la carretera general poco después. Por ella caminamos hacia el Oeste unos 800 metros dejando el pueblo atrás y llegando al comienzo del valle de Mirva. Un cartel al inicio informaba sobre la actuación de acondicionamiento de la ruta y el área recreativa cercana. Poco más adelante se encontraba dicho recinto vallado que dejamos atrás. Cruzamos luego un paso canadiense para el ganado tras el cual el camino se encajonaba un poco entre dos pequeños taludes que nos separaban de las praderías.
El camino continuaba por el valle encontrándonos algunos desvíos del mismo hacia los prados. Al ser de noche, en muchos hubiésemos dudado cual seguir de nos haber llevado el GPS con la ruta marcada. En el principal encontramos una fuente de piedra y poco más adelante una señal de dirección prohibida caída en el terreno. Por allí vimos el primer sapo de los varios que encontramos luego. Era José Luis el que los iba localizando todos. Por su parte Rex, el perro de Tiquio, iba y venía de un lado para otro.
El valle se abrió en una explanada antes de meternos en el primer reducto de bosque donde había ejemplares de grandes troncos. En el camino seguíamos encontrando sapos, babosas negras e incluso algunas setas. Salimos de nuevo a cielo abierto durante un tramo antes de volver al bosque donde la pendiente se acentuó visiblemente. Allí el camino trazaba varias curvas y recurvas mientras ganaba altura.
En este tramo de bosque se encuentran los ejemplares de troncos más retorcidos y gruesos de la ruta. Nos desviamos del camino para acercarnos hasta ellos y sacarnos algunas fotos a su vera antes de regresar a la ruta. Poco después salimos al descampado cerca del cual está el tocón hueco en el que nos habíamos metido la vez anterior para sacarnos unas fotos dentro y en el cual repetimos la hazaña en esta ocasión.
Seguimos subiendo, ahora más suavemente, por la campa hacia el collado de Prado Llao. Enseguida llegamos a la caseta forestal de madera elevada sobre una estructura del mismo material y a la que se accede por una empinada escalera de troncos. Estando en la parte alta vimos como la niebla nos envolvía durante unos minutos.
De nuevo en tierra nos encaminamos al cercano collado al que llegamos a las 3:40 horas tras 6,900 km recorridos. Este collado se emplaza a 1432 metros de altitud y desde él vimos Retuerto en el valle contrario. Otra vista era nula salvo unas siluetas al Norte que no supimos definir como montaña o nubes. Aquí estuvimos unos 20 minutos antes de retomar la marcha bajando hacia este valle de Retuerto por un camino que de nuevo se internaba en el bosque. Una cancilla de madera cerraba el paso para el ganado y la cruzamos. La niebla se hizo presente nuevamente durante algunos tramos de esta bajada. En medio del camino vimos una salamandra de vivos colores negro y amarillo. Por la derecha dejamos atrás algunos riscos pedregosos entre los que bajaban pequeños arroyos. También había por allí ejemplares de troncos retorcidos y de gran grosor. Por la izquierda se veían las luces de Retuerto entre la arboleda. 
Tras bajar hasta los 1300 metros en 1 km llegamos a una bifurcación del camino en el que uno de los ramales bajaba a Retuerto y el otro comenzaba a subir hacia el collado de paso al valle de Rabanal y Burón. Según unos indicadores, estábamos en la mitad de la ruta teniendo 6,500 km en ambos sentidos. El GPS no coincidía con la distancia recorrida, marcando éste 8,000 km. Es normal teniendo en cuenta que el GPS mide todos los recorridos que se hacen en desvíos y que la ruta comienza en el área recreativa y no en el pueblo. A Retuerto solo había 600 metros y no nos acercamos ya que había que bajar otros 100 metros y tampoco era hora de andar por el pueblo.
Remontamos la subida por el ramal de la ruta entre la arboleda para salir luego a un descampado. Desde él vimos como se formaba un mar de nubes en la parte baja del valle por el que transcurre la carretera del Pontón y en la que oímos pasar algunos vehículos. Enseguida llegamos al punto más alto de este tramo, 1370 metros, comenzando un suave y corto descenso hacia el collado de la Giesa, 1353 m. A él llegamos cuando eran las 4:55 horas y habiendo recorrido 8,700 km.
En este collado fue donde la vez que la hicimos de día algunos siguieron el camino ancho que continuaba por la línea cimera al no ver la señal correcta. Ahora sí vimos la misma y nos metimos de lleno al valle de Rabanal y al bosque que lo puebla a través de un marcado sendero de gran pendiente en la que había que tener cuidado no patinar. No faltaban aquí más ejemplares de gran tamaño y formas encorvadas. Uno de ellos tenía un nudo descomunal en la parte baja del tronco. La niebla volvió a envolvernos una vez más en este bosque por el que perdimos altura rápidamente.
En un momento determinado iba el último y me desvié del sendero por otro menos marcado creyendo que se unía más adelante. Pues bien, vi como iba tomando altura sobre el bueno y el talud no era fácil de salvar. Al final tuve que retroceder hasta el desvío para seguir el correcto. Más abajo, ya fuera del bosque, volvimos a encontrarnos con otro pequeño dilema al desaparecer el sendero un tramo. El GPS nos devolvió enseguida a la ruta, que daba un giro muy cerrado al pasar una vaguada lateral del valle.
Más abajo atravesamos el arroyo que se entubaba bajo el camino que por allí ya se ensanchaba. Cruzamos una zona de camperas y el valle se estrechó luego. De casualidad vi el gran tocón de tronco en medio de la pradera en el que nos habíamos sacado unas curiosas fotos la vez anterior. Está tumbado y hueco y nos metimos una persona por cada lado sacando uno la cabeza y el otro los pies con un efecto divertido. Ahora cruzamos el arroyo y nos acercamos a él, aunque estaba en parte rodeado por barrizal, además de ver algún sapo más en su interior. Un banco de madera que la vez anterior estaba en uso ahora se encontraba destrozado.
De nuevo en marcha vimos como despuntaba el día. La niebla de la parte alta impedía ver el cielo y tardó más clarear. Dejamos atrás otra cancilla y nueva fuente de piedra. En medio del valle vimos un árbol de gran altura que aún no identificamos. El terreno del camino se cubrió de piedra ya con la carretera a la vista. En los prados vimos pastar una manada de caballos. Cruzamos luego otro paso canadiense justo antes de salir a la carretera a las 7:00 horas.
Tras caminar por ella poco más de 100 metros nos desviamos a las calles del pueblo llegando al coche a las 7:07 horas. Los datos del GPS eran: 14,800 km recorridos en 6:38 horas, 4:15 en movimiento. Desnivel total acumulado: 450 metros.
Como no había mucho ánimo para hacer algo más ese día, nos cambiamos y emprendimos el regreso sin más a las 7:30 horas. Durante el viaje de vuelta se alternaron los tramos de niebla con otros de cielo azul. A mi me costaba mantener los ojos abiertos. Pasamos por Riaño y nos desviamos luego a Boñar. En Barrio de Nuestra Señora nos desviamos para venir por la carretera que llega a Villaobispo donde nos despedimos de Álvaro a las 8:55 horas. 15 minutos después me dejaban a mí en Armunia. En León estaba despejado por completo.
Terminamos así esta noche de marcha...montañera. A ver si el mes que viene podemos hacer otra, si es posible cumbre.     
MAPA ESQUEMA 



TRACK DE LA RUTA

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=7482666

SALIENDO DE LEÓN
RIAÑO

BURÓN


VALLE DE MIRVA






























CASETA FORESTAL



COLLADO DEL PRADO LLAO
VALLE DE RETUERTO







VALLE DE RABANAL



















LLEGANDO A BURÓN




DATOS DE GPS
REGRESO A LEÓN



VILLAOBISPO
LEÓN
ARMUNIA
COMO NO QUISIERON PARAR A TOMAR UN CHOCOLATE, ME LO HICE YO EN CASA.