lunes, 29 de abril de 2013

ASCENSIÓN AL MUSTALLAR - 21-04-13



NOS HEMOS DESPLAZADO EN ESTA OCASIÓN A LA BONITA COMARCA DE LOS ANCARES LEONESES PARA ASCENDER AL MÍTICO MUTALLAR, CUMBRE EMPLAZADA EN LA SIERRA DE LOS ANCARES A LA QUE ACCEDIMOS DESDE EL PUEBLO DE BURBIA. 
LA RUTA CIRCULAR TRANSCURRE POR LOS DOS VALLES PRINCIPALES DE ESTA LOCALIDAD EN  MEDIO DE LOS CUALES SE ELEVA DICHA CUMBRE. 

Camino de Burbia me equivoqué al pasarme el desvío de Toreno en la autovía teniendo que "atajar" por una carretera en desuso y abandonada que une Congosto con Santa Marina del Sil. En ella pudimos ver a pesar de todo unos bellos rincones en el río Sil y el Embalse de Barcena. 
Nos reunimos de nuevo en Vega de Espinareda donde tomamos un café rápido. 
Ya en Burbia, y después de algunos cargar agua, nos acercamos con los tres coches hasta la bifurcación de valles, a unos dos kilómetros del pueblo.  
Emprendimos la marcha por el valle de la izquierda, el de Villouso, dejando atrás una antigua caseta eléctrica y un merendero cercano. Entre grandes escobas y otros arbustos fuimos ganando altura con algunas cumbres nevadas de fondo. 

De vez en cuando encontrábamos algún desvío hacia puntos interesantes de la ruta, la mayoría cerca del río. Como no teníamos demasiado tiempo muchos los dejamos de lado, hasta llegar al Pozón, una bonita cascada a la que accedimos tras bajar algunos metros hasta el cauce del río.    

En este tramo nos encontramos a dos modelos posando con la nueva colección de primavera - verano.  
Nos fuimos metiendo en el bosque y por él llegamos a un puente de madera en el que terminaba en ancho camino. Tras el mismo nos adentramos en el paraje del Teixeidal, así llamado por la cantidad de tejos que pueden verse. No tardamos en ver y pisar los primeros neveros de la ruta.   
La pendiente se acentuó en algunos tramos en los que el sendero era pedregoso e irregular. Cruzamos luego una campa verde y atravesamos algunos arroyos más haciendo equilibrios  sobre los troncos a modo de puentes.  
Así llegamos al refugio del Acebalín, una cabaña de piedra y pizarra con chimenea, bancos y camastros en la que poder pernoctar en caso de necesidad. Nos detuvimos unos minutos en ella antes de meternos de lleno en las laderas nevadas ya cerca de los lagos. Por debajo del ya visible Mustallar se veía una gran cascada precipitarse por los riscos.   
Al final de la pronunciada cuesta se emplazan los lagos de Villouso en un circo formado por varias cumbres, entre ellas el Cuerno Maldito, ascendido el año pasado por nosotros.
Allí nos detuvimos de nuevo un rato a tomar un tentempié antes de acometer la subida a la cumbre en sí.  
Nos echamos hacia el Norte por las laderas cubiertas de nieve blanda y zonas de matojos bajos. En este tramo tuvimos una baja de un compañero que no se encontraba bien y que decidió no seguir. Otros dos más optaron por acompañarlo y desde allí se dieron la vuelta.  
El resto seguimos el avance tranquilo y seguro hacia la cresta que alcanzamos entre la cima del Pico De Lagos y el mismo Mustallar. 
Por el mismo límite provincial con Lugo nos encaminamos hacia esta cumbre encontrándonos con un picacho intermedio que nos hizo un poco la "puñeta". El sendero marcado la rodeaba por su parte Norte, en la cual encontramos una gran pala de nieve helada. El paso por la cima era imposible, por lo que al final tuvimos que perder varios metros hasta encontrar la nieve más aceptable para cruzar esa ladera.  
Una vez remontado de nuevo la loma hasta la cresta solo nos restaban unos metros a la cima ya cercana. En ella nos sacamos unas fotos antes de acomodarnos a comer a la abrigada, ya que del Norte soplaba un viento nada agradable. 
La vista era espectacular y clara en redondo contemplando toda la Sierra de Ancares a izquierda y derecha con numerosas cumbres, muchas de ellas ya ascendidas. Al Sur bajaban los valles hacia Burbia y en la lejanía podían verse los Montes de León. Al Norte descendían los valles lucenses.     
El perrito lo encontramos en la cima y bajó con nosotros hasta el pueblo, aunque debió de subir con otro grupo desde la parte de Lugo.
Tras un rato en la cumbre emprendimos el descenso hacia el Norte siguiendo una alambrada que limitaba las provincias. Así llegamos a la collada anterior a Peña Longa en la que encontramos unas peligrosas terrazas de nieve teniendo que remontar unos pocos metros en busca de un paso adecuado. 
Nos echamos desde allí mismo al valle de La Grandela en la que había unos neveros de gran pendiente en los que pasamos un buen rato haciendo "culoskí".  
En la parte baja atravesamos un gran pedrero antes de llegar a los restos de un antiguo poblado desde el cual partía un sendero marcado entre bosque. De allí mismo sale la ruta hacia el pico Cuiña.  
El sendero de fuerte pendiente bajaba entre la arboleda por el que corrían algunos arroyos.
Tras un paso por un puente de troncos enlazamos con el ancho camino cerca del cual encontramos varias brañas y casetas, casi todas en desuso. En las márgenes vimos también numerosos árboles de troncos tapizados por verde musgo. 
A ultima hora de la tarde llegamos a la confluencia de valles donde teníamos la furgoneta. Por un mal entendido estábamos 6 personas para solo un vehículo, y el camino no era llano precisamente para ir cargado. Por ello Mª Jesús y Álvaro decidieron hacer este tramo andando, o mas bien corriendo, mientras les animábamos detrás. ja ja.


Cerca del pueblo se pueden ver unos enormes ejemplares de castaños de troncos retorcidos y grandes raíces. 
Ya en Burbia nos cambiamos y tomamos un refrigerio en el bar antes de emprender el regreso a León.