XXVI TRAVESÍA NOCTURNA.
2ª TRAVESÍA “BURÓN – VALLE DE MIRVA – VALLE DE RABANAL – BURÓN”
02/03-08-14
(Javier Gallego)
Con
más de un mes de retraso hemos realizado la primera marcha nocturna de este
verano. Para ello elegimos una ruta que hace un par de años hicimos en la zona
de Burón recorriendo los valles de Mirva y Rabanal. Es un trazado sencillo y
marcado, aunque de noche hay señales que pasan desapercibidas y el GPS nos
ayudó en alguna ocasión en senderos secundarios que partían del principal. Está
denominado como “PR LE - 21 Mirva – Rabanal”
La
tarde del sábado resultó tormentosa y de chaparrones, los cuales por fortuna
desaparecieron por completo al cumplirse la previsión meteorológica del fin de
semana. Con esa premisa nos embarcamos en esta aventura nocturna que
transcurrió como sigue:
SÁBADO 2
A las
21:00 horas me recogían en casa Tiquio y José Luis en el coche del primero. De
camino a Villaobispo para recoger a Álvaro pasamos por casa de Tiquio, al que
se le había olvidado el saco de dormir. Tras recoger a este último compañero
emprendimos el viaje por la carretera de Santander hasta Barrio de Nuestra
Señora donde giramos hacia Boñar. Sin entrar a éste nos desviamos hacia la
carretera de Cistierna por el valle de Sabero. Mientras anochecía nos acercamos
a Riaño en el cual paramos a tomar un refrigerio cuando eran las 22:50 horas.
En
esta localidad se celebraba una fiesta en recuerdo de uno de los pueblos
abnegados por el pantano. En la plaza se preparaba un grupo musical. En uno de
los bares tomamos una consumición y alguno incluso un bocata. Unos 20 minutos
más tarde retomamos la marcha hacia el ya cercano Burón donde llegamos a las
23:25 horas. En uno de los bares preguntamos si había algún lugar donde poder
poner la tienda de campaña sin problema, comentándonos que en la zona del
comienzo de la ruta se podía si era una sola noche.
Nos
aproximamos entonces a las cercanías de la iglesia y del ayuntamiento donde
encontramos una fuente y unos bancos en los que nos acomodamos para cenar. Allí
nos preparamos para la ruta cuando terminamos.
DOMINGO 3
Sobre
las 00:30 horas emprendíamos la marcha a una altitud de 1111 metros saliendo a
la carretera general poco después. Por ella caminamos hacia el Oeste unos 800
metros dejando el pueblo atrás y llegando al comienzo del valle de Mirva. Un
cartel al inicio informaba sobre la actuación de acondicionamiento de la ruta y
el área recreativa cercana. Poco más adelante se encontraba dicho recinto
vallado que dejamos atrás. Cruzamos luego un paso canadiense para el ganado
tras el cual el camino se encajonaba un poco entre dos pequeños taludes que nos
separaban de las praderías.
El
camino continuaba por el valle encontrándonos algunos desvíos del mismo hacia
los prados. Al ser de noche, en muchos hubiésemos dudado cual seguir de nos
haber llevado el GPS con la ruta marcada. En el principal encontramos una
fuente de piedra y poco más adelante una señal de dirección prohibida caída en
el terreno. Por allí vimos el primer sapo de los varios que encontramos luego.
Era José Luis el que los iba localizando todos. Por su parte Rex, el perro de
Tiquio, iba y venía de un lado para otro.
El
valle se abrió en una explanada antes de meternos en el primer reducto de
bosque donde había ejemplares de grandes troncos. En el camino seguíamos
encontrando sapos, babosas negras e incluso algunas setas. Salimos de nuevo a
cielo abierto durante un tramo antes de volver al bosque donde la pendiente se
acentuó visiblemente. Allí el camino trazaba varias curvas y recurvas mientras
ganaba altura.
En
este tramo de bosque se encuentran los ejemplares de troncos más retorcidos y
gruesos de la ruta. Nos desviamos del camino para acercarnos hasta ellos y
sacarnos algunas fotos a su vera antes de regresar a la ruta. Poco después
salimos al descampado cerca del cual está el tocón hueco en el que nos habíamos
metido la vez anterior para sacarnos unas fotos dentro y en el cual repetimos
la hazaña en esta ocasión.
Seguimos
subiendo, ahora más suavemente, por la campa hacia el collado de Prado Llao.
Enseguida llegamos a la caseta forestal de madera elevada sobre una estructura
del mismo material y a la que se accede por una empinada escalera de troncos.
Estando en la parte alta vimos como la niebla nos envolvía durante unos minutos.
De
nuevo en tierra nos encaminamos al cercano collado al que llegamos a las 3:40
horas tras 6,900 km recorridos. Este collado se emplaza a 1432 metros de
altitud y desde él vimos Retuerto en el valle contrario. Otra vista era nula
salvo unas siluetas al Norte que no supimos definir como montaña o nubes. Aquí
estuvimos unos 20 minutos antes de retomar la marcha bajando hacia este valle
de Retuerto por un camino que de nuevo se internaba en el bosque. Una cancilla
de madera cerraba el paso para el ganado y la cruzamos. La niebla se hizo
presente nuevamente durante algunos tramos de esta bajada. En medio del camino
vimos una salamandra de vivos colores negro y amarillo. Por la derecha dejamos
atrás algunos riscos pedregosos entre los que bajaban pequeños arroyos. También
había por allí ejemplares de troncos retorcidos y de gran grosor. Por la
izquierda se veían las luces de Retuerto entre la arboleda.
Tras
bajar hasta los 1300 metros en 1 km llegamos a una bifurcación del camino en el
que uno de los ramales bajaba a Retuerto y el otro comenzaba a subir hacia el
collado de paso al valle de Rabanal y Burón. Según unos indicadores, estábamos
en la mitad de la ruta teniendo 6,500 km en ambos sentidos. El GPS no coincidía
con la distancia recorrida, marcando éste 8,000 km. Es normal teniendo en
cuenta que el GPS mide todos los recorridos que se hacen en desvíos y que la
ruta comienza en el área recreativa y no en el pueblo. A Retuerto solo había
600 metros y no nos acercamos ya que había que bajar otros 100 metros y tampoco
era hora de andar por el pueblo.
Remontamos
la subida por el ramal de la ruta entre la arboleda para salir luego a un
descampado. Desde él vimos como se formaba un mar de nubes en la parte baja del
valle por el que transcurre la carretera del Pontón y en la que oímos pasar
algunos vehículos. Enseguida llegamos al punto más alto de este tramo, 1370
metros, comenzando un suave y corto descenso hacia el collado de la Giesa, 1353
m. A él llegamos cuando eran las 4:55 horas y habiendo recorrido 8,700 km.
En
este collado fue donde la vez que la hicimos de día algunos siguieron el camino
ancho que continuaba por la línea cimera al no ver la señal correcta. Ahora sí
vimos la misma y nos metimos de lleno al valle de Rabanal y al bosque que lo
puebla a través de un marcado sendero de gran pendiente en la que había que
tener cuidado no patinar. No faltaban aquí más ejemplares de gran tamaño y
formas encorvadas. Uno de ellos tenía un nudo descomunal en la parte baja del
tronco. La niebla volvió a envolvernos una vez más en este bosque por el que
perdimos altura rápidamente.
En un
momento determinado iba el último y me desvié del sendero por otro menos
marcado creyendo que se unía más adelante. Pues bien, vi como iba tomando
altura sobre el bueno y el talud no era fácil de salvar. Al final tuve que
retroceder hasta el desvío para seguir el correcto. Más abajo, ya fuera del
bosque, volvimos a encontrarnos con otro pequeño dilema al desaparecer el
sendero un tramo. El GPS nos devolvió enseguida a la ruta, que daba un giro muy
cerrado al pasar una vaguada lateral del valle.
Más
abajo atravesamos el arroyo que se entubaba bajo el camino que por allí ya se
ensanchaba. Cruzamos una zona de camperas y el valle se estrechó luego. De
casualidad vi el gran tocón de tronco en medio de la pradera en el que nos
habíamos sacado unas curiosas fotos la vez anterior. Está tumbado y hueco y nos
metimos una persona por cada lado sacando uno la cabeza y el otro los pies con
un efecto divertido. Ahora cruzamos el arroyo y nos acercamos a él, aunque
estaba en parte rodeado por barrizal, además de ver algún sapo más en su
interior. Un banco de madera que la vez anterior estaba en uso ahora se
encontraba destrozado.
De
nuevo en marcha vimos como despuntaba el día. La niebla de la parte alta
impedía ver el cielo y tardó más clarear. Dejamos atrás otra cancilla y nueva
fuente de piedra. En medio del valle vimos un árbol de gran altura que aún no
identificamos. El terreno del camino se cubrió de piedra ya con la carretera a
la vista. En los prados vimos pastar una manada de caballos. Cruzamos luego
otro paso canadiense justo antes de salir a la carretera a las 7:00 horas.
Tras
caminar por ella poco más de 100 metros nos desviamos a las calles del pueblo
llegando al coche a las 7:07 horas. Los datos del GPS eran: 14,800 km
recorridos en 6:38 horas, 4:15 en movimiento. Desnivel total acumulado: 450
metros.
Como
no había mucho ánimo para hacer algo más ese día, nos cambiamos y emprendimos
el regreso sin más a las 7:30 horas. Durante el viaje de vuelta se alternaron
los tramos de niebla con otros de cielo azul. A mi me costaba mantener los ojos
abiertos. Pasamos por Riaño y nos desviamos luego a Boñar. En Barrio de Nuestra
Señora nos desviamos para venir por la carretera que llega a Villaobispo donde
nos despedimos de Álvaro a las 8:55 horas. 15 minutos después me dejaban a mí
en Armunia. En León estaba despejado por completo.
Terminamos
así esta noche de marcha...montañera. A ver si el mes que viene podemos hacer
otra, si es posible cumbre.
MAPA ESQUEMA
TRACK DE LA RUTA
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=7482666
SALIENDO DE LEÓN
RIAÑO
BURÓN
VALLE DE MIRVA
CASETA FORESTAL
COLLADO DEL PRADO LLAO
VALLE DE RETUERTO
VALLE DE RABANAL
LLEGANDO A BURÓN
DATOS DE GPS
REGRESO A LEÓN
VILLAOBISPO
LEÓN
ARMUNIA
COMO NO QUISIERON PARAR A TOMAR UN CHOCOLATE, ME LO HICE YO EN CASA.