ASCENSIÓN A "PEÑA CHANA", "PUNTA LA SIERRA" Y "PEÑA LOS AÑOS" - 28-08-11

ESTE FIN DE SEMANA NOS HEMOS ACERCADO HASTA LA CUETA, EL PUEBLO SITUADO A MAYOR ALTURA DE LA PROVINCIA DE LEÓN CON 1450 METROS DE ALTITUD. DESDE ÉL PARTE LA RUTA DE “LAS FUENTES DEL SIL” QUE SIRVE DE ACERCAMIENTO A VARIAS CUMBRES DE ESTA ZONA DE SOMIEDO, ENTRE ELLAS LAS TRES QUE HEMOS ASCENDIDO ESTE DOMINGO.

(NOTA: Pinchando sobre las fotos pueden verse con la calidad original y más grandes)

Salimos del pueblo por la ruta marcada y ascendiendo suavemente por el valle del río Cebolledo o Sil, ya que es ese su mayor afluente. A su vera fuimos ganando altura con dirección a los puertos de Cebolledo teniendo frente a nosotros la Sierra de La Mortera.

En dichos puertos nos desviamos siguiendo el cauce principal encajonado ahora en un pequeño cañón por encima del cual sube el sendero hacia otras praderías, las de Calderones y Covalancha, ya con Peña Chana a la vista.

Desde los mismo comenzamos a ascender ladera arriba ya por la falda de la peña hacia su cresta desde la que tuvimos una amplia y bonita vista de los alrededores.

Ya en la cumbre de Peña Chana vimos la laguna de Las Verdes bajo el Montigüero. En la cima comimos y descansamos un rato disfrutando del buen tiempo reinante. Sólo un viento fresquito nos hizo abrigarnos un poco en aquella altitud de 2103 metros.

Tras un rato en dicha cumbre decidimos hacer el descenso por el valle de Vallinaluenga, para lo cual teníamos que bordear la cercana Peña Los Años. Ya puestos, ¿para qué íbamos a dejarla a un lado pudiendo subirla?. Hacia ella nos dirigimos divididos en dos grupos. Unos ascendimos por una loma hasta alcanzar primero Punta La Sierra, 2147 m, y cresteando coronar luego Peña Los Años, 2157 m. Ahora teníamos vistas hacia el Oeste, antes ocultas por esta sierra.


Desde la misma descendimos por el valle de Vallinaluenga en el que pudimos ver numerosos grupos de rebecos.

El valle nos llevó a la carretera, unos metros antes de la entrada del pueblo, donde teníamos los coches. Las obras en las calles impedían la entrada de los mismos al centro. En el bar nos tomamos unas cervezas y algunos se atrevieron a escanciar unas “sidriñas”.


Con ello finalizamos otra salida más del club. No pudo resultar más completa. Íbamos a por una cumbre y resultaron tres. Otras veces vamos por tres y no se puede ninguna. Compensando.