COMO
BIEN ESTABA PREVISTO EN EL CALENDARIO, PARA ESTE VERANO TENÍAMOS PROGRAMADA UNA
ASCENSIÓN NOCTURNA. BUSCAMOS PARA ELLO UNA CUMBRE SENCILLA Y DE FÁCIL ACCESO
PARA DISFRUTAR SUBIÉNDOLA POR LA NOCHE. EL SALGUERÓN CUMPLÍA ESOS REQUISITOS Y
POR ÉL NOS DECIDIMOS.
(NOTA: Pinchando sobre las
fotos pueden verse con la calidad original)
Desde Fontún nos acercamos con el coche hasta un refugio en la base del
pico del mismo nombre. Según oscurecía tuvimos una bonita vista del valle y los
pueblos que se iban iluminando. También el resplandor de un incendio en la zona
de Busdongo. A la vera del refugio cenamos antes de emprender la marcha por el
camino hacia la collada de Gete.
Serpenteando por el valle alcanzamos la misma entre el Fontún y el
Salguerón. Un camino por la falda Oeste de éste último nos llevó a la collada
de Valporquero tras la cual se nos perdió un poco el sendero. Optamos entonces
por echarnos directamente ladera arriba entre escobas y así logramos llegar a la cumbre del Salguerón.
Desde ella tuvimos una amplia y
bonita vista de los alrededores y algo más. Al sur destacaban las luces de la
capital mientras bajo nosotros, al noroeste, las de Villamanín y pueblos
cercanos. Más al Nordeste, Gete y Getino, que ya habían aparecido anteriormente
desde la collada.
En la
cima nos detuvimos un rato en el que sacamos algunas fotos y dejamos la tarjeta
de cumbres entre un hito de piedras que había.
Fue en la bajada cuando erramos la ruta hacia la collada de Formigoso y
nos metimos directamente al valle teniendo que pelear con la maleza y arboleda
de la ladera. Eterna se hizo este descenso que ahora vemos como una aventura,
pero que nos tuvo en vilo un rato.
Respiramos al llegar al camino de la parte baja por el que en principio
estaba prevista la subida. Por él seguimos bajando dejando atrás algunas
majadas mientras iba clareando el día. El camino se situó paralelo a la
carretera ya con Villamanín a la vista. Por encima de éste, entre praderías,
nos dirigimos directamente a Fontún en el que entramos a las ocho de la mañana.
Tras subir a por el coche al refugio, bajamos a Villamanín donde
desayunamos antes de volver a León.
Muy bonita ascensión y arriesgado descenso, tuvimos la gran suerte de tener una buena y bonita noche y una temperatura que no debió bajar a los 18 grados ya al amanecer. La sandía que comimos en la cumbre estaba muy buena y nos refrescó la garganta.
ResponderEliminarBonita ruta (muy especial con nieve)ademas es adta para todos ,con una gran emocion en la parte k no se sabe donde ir......para repetir en invierno.....m gusto....
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