domingo, 4 de octubre de 2015


1ª ASCENSIÓN AL “TAPINÓN” (Tuiza de Arriba - Asturias)

27-09-15                  (Domingo)

(Javier Gallego)

Este domingo hemos ascendido al Tapinón, 2115 m, cumbre programada varias veces, la última hace dos semanas, y que por fin conseguimos sumar a la lista de objetivos cumplidos. Hace cuatro años la subieron algunos compañeros del club con un tiempo pésimo donde la niebla les impidió disfrutar de la amplia vista que desde la misma puede contemplarse.
A las 8:00 horas salimos de Guzmán los cinco participantes de esta ruta: Antonio, Álvaro, Mª Jesús, Juan y yo. En mi furgoneta emprendimos el viaje de 100 kilómetros hacia Tuiza de Arriba, en Asturias. Por la nacional avanzamos hacia Pajares mientras salía el primer rayo de sol a las 8:15 horas. Poco antes de la nueve llegábamos al alto del puerto desde donde tuvimos una bonita vista del Tapinón y otras cumbres cercanas como el macizo de Ubiña o Peña Rueda. El sol rojizo del amanecer las iluminaba formando una bella estampa. En la parte baja del puerto se veía un extenso y denso mar de nubes que nos preocupaba poco al estar el cielo despejado.
Retomamos la marcha tras tomar unas fotos y descendimos el puerto donde la niebla se nos cerró y así llegamos a Campomanes sobre las 9:20 horas. En un bar tomamos un café antes de desviarnos por una carretera más estrecha con dirección al puerto de La Cubilla. Era la primera vez que yo la recorría y pudimos ver los túneles de salida del AVE que tienen su comienzo en La Pola de Gordón. Aunque no viene mucho a cuento, anotaré que ayer día 29 de septiembre ha llegado este tren a León.
Eran las 10:15 horas cuando llegamos a Tuiza de Arriba, 1200 m, donde el sol brillaba, aunque no tardó en cerrarse allí la niebla también. En un amplio aparcamiento casi completo dejamos la furgoneta y nos preparamos para la ruta. Desde allí pueden verse las cimas de Peña Ubiña, Fariñentu o el Siegalavá entre otros. Éste último está en el mismo cordal que el Tapinón, cuya cumbre queda un poco detrás y oculta.
Salimos por una pista empinada y cementada siguiendo el “PR-AS 89 - Valle de Somezana” hacia el Nordeste y al lado de un bonito caño con pilón de piedra y cubierto. En unos zarzales cogimos algunas moras maduras. Por la izquierda bajaba la riega de las Estacas y al lado de él subía un sendero por el que equivocadamente se metió Antonio antes de rectificar. Yo llevaba la ruta metida en el GPS, aunque el sendero estaba muy marcado.
Pasamos al lado de un prado cercado en el que pastaba un burrito que se nos acercó. En dicho sendero encontramos varias cancillas que fuimos abriendo y cerrando al paso. Según ganábamos altura fuimos dejando la niebla por debajo en un mar de nubes muy guapo. Ya comenzó a sobrar sopa y paramos unos minutos al lado de un avellano con algunos frutos a quitarnos abrigo y darnos crema para el sol que comenzaba a calentar. El sendero cruzó algunos reductos de arboleda donde los rayos solares formaban un bello efecto con las ramas y la neblina. En los verdes prados había bastante ganado pastando. Entre la hierba vimos algunas setas. Echando la vista atrás distinguimos el refugio de El Meicín bajo las paredes de Peña Ubiña.  
El sendero se dirigía hacia el collado de El Viso emplazado entre la peña El Castillo al Sur y la del Foxón al Norte. Pasamos al lado de un chozo de piedras y madera y otra fuente antes de que la pendiente se acentuara camino de dicha collada a la que llegamos a las 11:45 horas. En este paso estábamos a 1528 metros habiendo caminado 2,600 Km. Al Nordeste se extendía un gran mar de nubes sobre el valle por el que sube la carretera. Allí nos sacamos algunas fotos, una de ellas con el Tapinón ya visible desde allí hacia el Noroeste con su “pala” final. 
El sendero abandonaba el PR y se metía ahora por la ladera Este de la Peña Foxón en la que parecía que habíamos cambiado de estación. Las praderas estaban cubiertas de flores como en plena primavera. Dejamos atrás una choza derruida, la Braña Foxón, mientras íbamos girando a Norte por la senda que seguía subiendo y trazando algunos zigzag. En el fondo del valle veíamos algunos pueblos y la autopista del Huerna. Poco a poco nos fuimos situando al Norte de la Peña Foxón en una amplia y verde vaguada que ascendía a otra collada entre ésta y el Tapinón. Ahora veíamos totalmente el resto de subida que nos restaba, lo más duro de la ruta. Nos encaminamos hacia esa collada cerca de la cual había un gran estanque y otra fuente. No llegamos a éstos y cruzamos la vaguada unos pocos metros antes para emprender esta última y dura rampa de 430 metros de desnivel. Eran las 12:55 horas y llevábamos 4,500 Km.
Al comienzo de esta rampa encontramos los restos de una vaca desperdigados. Nos fuimos separando unos de otros y Álvaro y Antonio fueron ganando ventaja sobre el resto. Con el GPS en mano fui calculando el tiempo de subida sobre los metros de desnivel resultando una media entre 15 y 20 minutos cada 100 metros. Nos cruzamos con una joven que bajaba y cuyos compañeros habían cruzado hacia el Siegalavá, cumbre cercana pero con un paso complicado de destrepes y rapel. Por detrás venía otro grupo de cuatro montañeros que nos fueron ganando terreno. Yo reconozco que subo muy despacio, pero rara vez no alcanzo la cumbre. El paisaje se fue ampliando y divisamos numerosas cumbres que luego enumeraré detenidamente.
A las dos de la tarde superaba los 2000 metros de altitud mientras los bancos de nieblas se movían por el paisaje de un lado a otro. Era el último del grupo y así llegué a la cresta superior a pocos metros ya de la cumbre. A las 14:20 horas alcanzaba la misma tras 6 kilómetros recorridos y un desnivel acumulado de 923 metros. El cresteo se alargaba hacia el Suroeste con dirección al Siegalavá, 2132 m., distante 550 metros en línea recta y poco más por la cresta.
Desde esta cima de 2115 metros de altitud teníamos una vista privilegiada con innumerables cumbres en todas las direcciones. Enumerando algunas desde el Sur hacia el Este serían: Peña Cerreos, macizo de Ubiña con los Fontanes, Puerta de Arco y Prado. Colinas, Fariñentu, Huertos del Diablo o Peña Rueda con los puertos de Agüería debajo. Más alejados los macizos del Angliru, Sueve o Picos de Europa. Muchas cumbres de los puertos de San Isidro, Vegarada o Pajares como el Cellón, Brañacaballo, Nogales, Huevo, Faro, etc. Las Tres Marías, Cirbanal o La Silla en Arbás y Luna. Mas cercanos estaba La Mesa, La Tesa o Almagrera por encima del puerto de La Cubilla. Por el valle del Huerna se veía la autopista y por el de Pajares la nacional con la parte alta del puerto y de la estación de Pajares. La cumbres de La Silla y el Cirbanal formaban desde esa perspectiva la figura de una mujer tumbada con gran melena extendida. 
Nos acomodamos para comer tranquilamente disfrutando del buen día que se mantenía libres de nieblas en esa altitud. Del buzón recogimos una tarjeta y dejamos la nuestra. En la cima del Siegalavá se veía y oía al grupo que había llegado ya.
Poco después de las 16:00 horas emprendimos el descenso. Nos acercamos antes hasta la segunda cima que da paso al Siegalavá a ver que se veía desde allí. El gran murallón Norte de esta cumbre impresionaba por su altura y verticalidad. Desde allí conseguimos ver entre la niebla los dos pueblos, Tuiza de Arriba y de Abajo. Sin más retrasos nos echamos hacia la pendiente ladera por la que habíamos subido y en la que encontramos una cabeza de vaca con la que Mª Jesús y Álvaro pelearon para quitarle los cuernos. La niebla nos envolvió unos minutos antes de disiparse de nuevo.
Nos fuimos quedando los tres por detrás mientras Antonio y Juan llegaban al collado por encima del estanque. La idea ahora era bajar desde él directamente al pueblo por el sendero de Las Colgás sin rodear la peña Foxón. Un bajo tapial de piedra separaba ambos lados un poco por debajo del collado en sí hacia el Sur. Allí estábamos a 1707 metros. El sendero emprendía el descenso hacia esa parte por una pronunciada vaguada por la que Antonio se había metido ya y nos esperaba. Poco más abajo se medio perdía la senda y vimos que no había muchas opciones fáciles para bajarlo fuera de la misma por lo accidentado del terreno. Él lo comprobó al desviarse un poco de la senda y tener que retroceder para no arriesgarse por esas alternativas. Numerosos pequeñas agujas emergían en medio del barranco con algunos cortes y pedreros de fuerte pendiente.
Sin salirnos del sendero no tuvimos problema ninguno a pesar de lo empinado de la vaguada. Éste se pega a la parte izquierda según el sentido de bajada y desemboca en praderías donde un gran toro, varias vacas y un caballo más abajo pastaban a sus anchas. A las 18:45 horas nos incorporamos al sendero de subida cerrando el lazo al lado de unas de las cercas que delimitaban los prados.
Frente a nosotros se iba ocultando el sol detrás de Peña Ubiña y durante los últimos segundos pude sacar unas impresionantes fotos a contraluz en la que el reflejo formó perfectamente una estrella. Seguimos perdiendo altura hacia el pueblo ya visible desde hacía un rato. Bajo las paredes del Siegalavá vimos ahora unas pequeñas cuevas que por la mañana eran invisibles en la niebla. En el prado inferior seguía el burrito al que le dimos de comer unas frutas que nos habían quedado. Nos restaba solo la fuerte pendiente por el camino cementado que nos metió a Tuiza en pocos minutos.
A las 19:30 llegábamos al aparcamiento donde estaba la furgoneta. Allí nos encontramos con la joven con la que nos habíamos cruzado en el último tramo de la subida y el resto del grupo que estaba en el Siegalavá. Estuvimos un rato charlando con ellos y nos comentaron el estado del paso de uno a otro con un destrepe y rapel, aunque también nos dijeron que se puede subir directamente por donde ellos habían bajado, pero siendo muy incómoda por el matorral y lo pendiente de la ladera.
Nos cambiamos y nos acercamos al bar para tomar unas “sidriñas” antes de emprender el regreso. Habíamos comentado la idea de hacerlo por el puerto de La Cubilla, aunque preguntando por el estado de la pista de la parte leonesa tuvimos opiniones de diferente tipo. En el exterior del bar tenían hechas con madera una gran madreña, un sillón y un pájaro en los que nos sacamos unas fotos.
Al final decidimos arriesgar y a las 20:10 horas emprendimos el regreso por esa carretera. El sol anaranjado del atardecer iluminaba las cumbres del La Mesa y La Tesa formando una bonita estampa. Poco nos duró esa imagen ya que enseguida nos metimos en la espesa niebla con la que llegamos al alto del puerto de La Cubilla con 1556 metros y tras 9,600 Km. desde Tuiza. Al poco de entrar en León fue abriendo el paisaje y disfrutamos del bello atardecer anaranjado frente a nosotros mientras una gran luna emergía por detrás. Apunto aquí que esa noche era un 30 por ciento más grande y luminosa y que se eclipsó totalmente a las cuatro de la madrugada con un tono rojizo que le da el nombre de “luna roja”.
Ya anocheciendo llegamos al refugio de Casa Mieres, al Sureste de Peña Ubiña. Allí termina la carretera y comienza la pista de 5,000 Km hasta Pinos. Yo la he hecho andando alguna vez y hace mucho tiempo, por lo que no me acordaba del estado. Seguimos avanzando por ella a la velocidad que lo permitía el terreno. Aunque en algunos puntos sí estaba un poco destrozada, en general no la encontramos mal. Sí se pasa el río varias veces, algunas sin puente, aunque el caudal era mínimo. En otra época solo los todoterrenos lo podrían hacer. No se entiende que una comunicación entre provincias no sea factible fácilmente por culpa de cinco kilómetros no asfaltados. En este tramo dejé pasar a un turismo pequeño que venía detrás a buena velocidad. Se ve que conocía bien la pista.
Por fin llegamos a Pinos donde ya salimos al asfalto continuando el viaje con normalidad. El pantano lo salvamos por la autopista y al llegar a La Magdalena la abandonamos. En uno de los bares de esa localidad paramos a tomar un refrigerio pasadas las 21:30 horas. Media hora después retomamos la marcha para entrar en la capital a las 22:35 horas. En Guzmán quedaron Juan y Álvaro, Antonio poco más adelante y traje a Mª Jesús hasta casa antes de llegar yo a la mía sobre las 23:00 horas.
Una nueva jornada en la que alcanzamos otra cumbre destacada dentro del entorno del montañismo. Aunque sin dificultad técnica, si requiere un esfuerzo físico a tener en cuenta.                                        

           MAPA ESQUEMA
ENLACE MAPA GPS EN WIKILOC:

PRIMER RAYO DE SOL
DESDE EL PUERTO DE PAJARES
LLEGANDO A CAMPOMANES
TUIZA DE ARRIBA



PRIMER TRAMO DE LA RUTA
"ARCO IRIS" DE NIEBLA

PEÑA UBIÑA DE FONDO
MAR DE NUBES

COLLADO DEL VISO
EL TAPINÓN DETRÁS
VUELVE LA PRIMAVERA
RODEANDO LA PEÑA FOXÓN

ZONA DE CAMPOMANES
ÚLTIMA PALA DEL TAPINÓN
VERDES PASTOS EN LA BASE

BUZÓN DE LA CUMBRE
PANORÁMICAS DESDE LA CIMA

EL SIEGALAVÁ DETRÁS

EL CIRBANAL Y LA SILLA FORMA LA SILUETA DE UNA MUJER TUMBADA CON MELENA
PEÑA RUEDA Y AL FONDO EL ANGLIRU
TUIZA DE ARRIBA

LA NIEBLA NOS ENVUELVE UNOS MINUTOS

COLLADO HACIA LA VAGUADA DE LAS COLGÁS

LAS COLGÁS

DESDE LAS PRADERÍAS


BELLO CONTRALÚZ DE PEÑA UBIÑA
BAJANDO AL PUEBLO
LE DAMOS UNAS FRUTAS AL BURRITO


ENTRANDO EN TUIZA
ANTONIO ESCANCIANDO UNA SIDRA
ARTESANÍA EN MADERA


PUERTO DE LA CUBILLA
BONITO ATARDECER
CAMINO HACIA PINOS
LEÓN



1 comentario:

  1. Por si fuera de interés para ustedes, para sus compañeros de rutas o para los lectores de su web, tengo publicado el blog http://plantararboles.blogspot.com
    Un manual sencillo para que los amantes de la naturaleza podamos reforestar, casi sobre la marcha, sembrando las semillas que producen los árboles y arbustos autóctonos de nuestra propia región.
    Salud, José Luis Sáez Sáez.

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