viernes, 1 de junio de 2012

PEÑA CORREA Y CORDAL -- ABELGAS -- 20-05-12

PENDIENTE DESDE FEBRERO, EN ESTA OCASIÓN HEMOS CONSEGUIDO ALCANZAR ESTA CUMBRE ENTRE LAS COMARCAS DE LUNA Y OMAÑA. ESTA VEZ COMENZAMOS EN ABELGAS, Y POR EL VALLE DE LA GÜERIZA, NOS ACERCAMOS HASTA LA BASE DEL CORDAL QUE LUEGO RECORRIMOS EN BUENA PARTE DE SU LONGITUD.

(NOTA: Pinchando sobre las fotos pueden verse con la calidad original)



Partimos de Abelgas atravesando un pequeño desfiladero al lado de varias huertas cultivadas. Atajamos un tramo para coger la pista más adelante y por ella pasamos bajo la Peña del Castillo. Tras abandonar el ancho camino, y ya por senda, llegamos a la altura de una majada dónde comenzaba la cresta del pico Corralines.



Serpenteando por la loma medio rocosa encontramos numerosos fósiles y algunas flores. Así alcanzamos la cresta del pico para el que aún nos restaba un tramo de sierra. En pocos minutos llegamos a la cumbre con amplias vistas en redondo. Al Este, y en la misma línea de cumbres, teníamos nuestro objetivo principal, Peña Correa. Tras unos minutos en esta cima emprendimos el paso a ella. Entre ambas nos encontramos varios picachos, algunos de difícil acceso, que rodeamos. En la ladera Norte pasamos bajo un nevero con nieve endurecida.





En la cima de Peña Correa, y tras sacarnos la foto de grupo, nos acomodamos para comer a la abrigada. Del Norte soplaba un viento bastante fresco que no se agradecía en absoluto.


Mientras un compañero decidía emprender el descenso desde allí mismo, el resto optamos por hacer el cresteo completo hasta el collado de Remansadero. Tras descender a la primera collada, comenzamos la subida por la loma del Alto de las Lagunas hasta su cumbre. Nos desviamos luego a otra más baja un poco fuera de la línea de cumbres para retomar luego ésta hacia el Campo Lamoso. Fue en este tramo dónde sufrimos el tiempo casi invernal con rachas de viento y nieve que suponían un peligro en la parte alta de la afilada cresta. Nos echamos hacia el Sur para evitar dicho efecto llegando luego a una gran torreta. Tras cesar esa violenta borrasca nos encaramamos a la cresta de nuevo alcanzando la última de la cimas, el Campo Lamoso. Desde allí contemplamos el pueblo de Salce y parte del valle por el que habíamos intentado esta misma ascensión en febrero.




Apenas nos detuvimos en ella emprendiendo el descenso hacia el collado de Remansadero. No tardamos en topar con las altas escobas que nos hicieron modificar los planes teniendo que remontar oblicuamente la marcha de nuevo hacia la zona rocosa. Por ella, y tras otro tramo entre matorral, salimos a los prados de la parte baja encontrando los mismos encharcados de agua. Sorteando como pudimos este nuevo contratiempo llegamos por fin al collado de Remansadero y al refugio en el que la vez pasada habíamos estado. En una foto se puede comparar el paisaje en ambas ocasiones.



Ya por ancho camino entramos de nuevo en el valle de Güeriza serpenteando bajo la Peña El Castillo hasta enlazar con la pista de subida. Sin novedades recorrimos el último tramo hasta entrar de nuevo en Abelgas dónde nos tomamos un merecido refrigerio antes de emprender el regreso a León.

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