DENTRO
DEL CALENDARIO PARA ESTE OTOÑO HABÍAMOS PROGRAMADO UNA SALIDA SIN CONCRETAR POR
“LOS HAYEDOS DE RIAÑO”. ESTUDIANDO LAS POSIBLES RUTAS POR LA ZONA, ENCONTRAMOS
ESTA BONITA TRAVESÍA QUE RECORRE DOS VALLES PRÓXIMOS A BURÓN, EL DE MIRVA Y
RABANAL, ATRAVESANDO BELLOS HAYEDOS AÚN NO MUY OTOÑALES, COMO COMPROBAMOS. NO
POR ELLO DEJARON DE MARAVILLARNOS CON SU BELLEZA Y FRONDOSIDAD.
En el trayecto de ida nos detuvimos unos minutos en Riaño contemplando
el pantano bajo mínimos.
Ya en Burón nos preparamos para la ruta acercándonos al área recreativa
de Mirva, un kilómetro por encima del pueblo,
dónde comenzaba la misma “oficialmente”. Por dicho valle emprendimos la
marcha entre praderías aproximándonos poco a poco a los hayedos. Dejamos atrás
una fuente y algunos desvíos marcados con un aspa de “mal camino” y así nos
metimos de lleno en el bosque.
La pendiente se hizo pronunciada entre la arboleda que nos rodeaba por
completo. En ella encontramos numerosos ejemplares de gran tamaño y formas
retorcidas con los que nos fotografiamos. En uno medio quemado y con un gran
hueco nos metimos a modo de “olla caníbal”.
Salimos a un descampado cercano a la collada Prao Llao dónde había una
caseta de vigilancia forestal a la que también nos encaramamos. En la collada,
y disfrutando de una vista impresionante de Picos de Europa entre otras cumbres
más, comimos tranquilamente. Por la izquierda ascendía la loma del Parme y del
Pozúa por encima de Retuerto, pueblo que también contemplábamos bajo nosotros.
El camino comenzaba a bajar
ahora hacia dicho pueblo entre más hayedos hasta llegar a una bifurcación desde
la que retomamos la subida hacia el collado de La Giesa, con bonitas vistas al
valle de Rabanal. En él no estaba muy clara la señalización del sendero que
entra hacia dicho valle por otro tupido hayedo iluminado por el sol del
atardecer.
Ya en la parte baja se abrió el valle entre praderías con ganado
pastando. Nos encontramos en ellas un enorme tronco hueco en el que nos metimos
para sacar unas divertidas fotos. Poco a poco fue desapareciendo el bosque y se
amplió aún más el valle. Pasamos cerca de otra fuente y comimos las numerosas
moras que encontramos al lado del camino. Frente a nosotros se alzaba la cumbre
del Susarón.
A media tarde entramos en Burón
y algunos nos dimos un paseo por sus calles. Tras tomarnos un refrigerio en el
cercano bar, emprendimos el regreso a León.
Vaya trabajo que te curraste Javi, primero al sacar las fotos, y despues al hacer este montaje. Muchas gracias por colgarlas, fue una ruta preciosa.
ResponderEliminarDiana