La ascensión a Peña Vieja resultaba para muchos la más atractiva del calendario, debido fundamentalmente: a su altura, a que es el pico más alto de Cantabria y a que es una de las ascensiones obligadas de Picos de Europa.Una parte del grupo salimos de León a las 6 de la tarde del sábado: Nati, Javi, Álvaro, Juan, Mateo, Toño y Roberto. Mientras que por la mañana ya habían salido el Yeti, Ramón, Corín, Cundi y María Jesús; ésta última se juntaría con nosotros para subir a Peña Vieja.
Nuestra idea era llegar al anochecer a Espinama (a 3,5 km. de Fuente Dé), dormir en un apartamento que habiamos reservado, y hacer la ascensión el domingo.
El domingo nos encontramos con el cielo cubierto, desde el teleférico se veía el siguiente panorama:
Sin embargo en la parte alta hacía un día soleado que además nos regaló un bonito mar de nubes.
Antes de iniciar la ruta nos sacamos una foto de grupo desde el mirador de Fuente Dé.
El camino por la Vueltona era un paisaje lunar, que se acentuaba aún más con las sombras del amanecer en las montañas.
Ascendiendo por la Canalona el sol ya caía de plano; la subida se hacía dura por la cantidad de piedra suelta.
Sin embargo, la dura subida al collado de la Canalona guarda un aliciente...la primera vista de Peña Vieja. Aquí toca fotos y descanso, pero breve porque siempre está presente el temor de la niebla repentina.
El repecho es duro, pero al final se hace más corto de lo que parece debido a que hay que ir buscando continuamente por donde subir.
Según se asciende empiezan a aparecer los picos más importantes: el Llambrión, la Palanca y Peña Santa al fondo.
Aquí un primer plano del Naranjo de Bulnes con el mar de fondo.
Abajo los lagos de Lloroza por donde habíamos pasado a primera hora y al fondo el Coriscao y el Escaño entre otros.
El grupo en la cumbre.
Las vista merecían la pena el esfuerzo.
En la cumbre con nosotros....las chovas, que saben bien a quien arrimarse.
Ante el riesgo de que pueda subir la niebla, no comemos en la cumbre.
Antes de dejar de ver Peña Vieja, decidimos sacarnos una foto con el pico que acabamos de subir.
La bajada de la Canalona también es delicada por la piedra suelta.
Con muy buenas vistas, paramos a comer. Detrás el sector del Llambrión:
Y delante, unos chicos escalando la Aguja de la Canalona.
Llegando a la estación superior de Fuente Dé nos sorprende la niebla, aunque ya por pista no supone problemas.
Espectacular vista desde la cabina del teleférico en la bajada.
De vuelta a León...foto antes del puerto.
El repecho es duro, pero al final se hace más corto de lo que parece debido a que hay que ir buscando continuamente por donde subir.
Según se asciende empiezan a aparecer los picos más importantes: el Llambrión, la Palanca y Peña Santa al fondo.
Aquí un primer plano del Naranjo de Bulnes con el mar de fondo.
Abajo los lagos de Lloroza por donde habíamos pasado a primera hora y al fondo el Coriscao y el Escaño entre otros.
El grupo en la cumbre.
Las vista merecían la pena el esfuerzo.
En la cumbre con nosotros....las chovas, que saben bien a quien arrimarse.
Ante el riesgo de que pueda subir la niebla, no comemos en la cumbre. La bajada hay que hacerla con mucho tiento y echando la mano alguna vez.
Antes de dejar de ver Peña Vieja, decidimos sacarnos una foto con el pico que acabamos de subir.
La bajada de la Canalona también es delicada por la piedra suelta.
Con muy buenas vistas, paramos a comer. Detrás el sector del Llambrión:
Y delante, unos chicos escalando la Aguja de la Canalona.
Llegando a la estación superior de Fuente Dé nos sorprende la niebla, aunque ya por pista no supone problemas.
Espectacular vista desde la cabina del teleférico en la bajada.
De vuelta a León...foto antes del puerto.
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