Dicha ruta lleva hasta Riego de Ambros, allí pensabamos acampar, para a la mañana siguiente recogerlo todo y volver a Molinaseca.
El tiempo era muy caluroso, por eso, pese a ser una ruta nocturna, fuimos la mayoría del tiempo en mangas de camiseta y sudando.
El encanto de esta ruta nocturna radica en que se realiza por sendero en vez de por pista, lo cual hace que vayas metido por el bosque todo el rato.
La luz de los frontales nos permitía guiarnos; pero cuando la apagábamos, se podía disfrutar de la oscuridad de los valles y de la multitud de estrellas.
La puente grande aparece entre la oscuridad.
El grupo junto al castaño milenario, ya muy cerca de Riego de Ambros.
En la plaza principal de Riego de Ambros.
Algunos teníamos la idea de hacer vivac (dormir al aire libre) en vez de pasar la noche en tienda, sin embargo el prado que elegimos para
acampar no era muy apropiado para vivaquear. Pese a ello Nati y Pedro durmieron al aire libre.
Los frontales nos fueron de gran ayuda a la hora de montar las dos tiendas a las 4:30 de la mañana.
Pedro se hacía el remolón...., el vivac con los mosquitos no le había dejado descansar mucho.
La zona en la que acampamos tenía excelentes vistas hacia Ponferrada y hacia el Morredero.
Una vez desayunados recogimos las cosas, y cargados hasta los topes iniciamos la vuelta.
No sin antes hacer una visita diurna al precioso pueblo de Riego de Ambros.
Saliendo del pueblo nos íbamos dando cuenta del caluroso día que nos esperaba.
El castaño milenario, esta vez de día , nos cobijaba con su sombra.
Javi, como un auténtico Sherpa, iba cargado hasta los topes y a todos nos llamaba la atención su peculiar forma de "mochila ladeada".
Por el camino, Nati aprovechaba para enseñarnos las plantas y explicarnos su utilización.
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