VALLE DE BALBOA - 01-04-12

EN ESTE PRIMER DÍA DEL MES DE ABRIL NOS HEMOS ACERCADO HASTA EL BONITO VALLE DE BALBOA EN EL QUE YA EN EL MES DE NOVIEMBRE RECORRIMOS UNA PARTE DE LA RUTA QUE HOY FINALIZAMOS. EN AQUELLA OCASIÓN COMENZAMOS EN BALBOA RECORRIENDO LUEGO LOS PUEBLOS DE PUMARÍN, CANTEJEIRA Y CASTAÑOSO. HOY LA COMENZAMOS EN SENTIDO INVERSO PASANDO PRIMERO POR CHAN DE VILLAR, VILLARIÑOS Y CASTAÑOSO. EL BUEN TIEMPO DEL QUE DISFRUTAMOS Y LOS DÍAS LARGOS QUE YA SE HACEN NOTAR, NOS PERMITIERON CERRAR LA RUTA REPITIENDO EL PASO POR CANTEJEIRA Y PUMARÍN.

(NOTA: Pinchando sobre las fotos pueden verse con la calidad original)

Tras la foto de grupo en Balboa y el café en la palloza-bar del centro del pueblo, emprendimos la subida a Chan de Villar por la serpenteante carretera. Como anécdota comento que en este pueblo hemos visto una ardilla correr arriba y abajo por las ramas de un árbol.

Aquí abandonamos la carretera que sube a Ruideferros para meternos en un camino en el que perdimos buena parte de la altura remontada anteriormente. Atravesamos el reguero antes de subir de nuevo entre arboleda pelada con dirección a Villariños, pueblo por el que pasamos minutos mas tarde.

Con una amplia vista del valle con Balboa en su fondo y Chan de Villar en la loma frente a nosotros, cogimos otro camino que, bordeando un cerro, nos metió en el valle contiguo de Castañoso. En su parte baja encontramos castaños de grosor considerable y retorcidas ramas en las que nos sacamos algunas fotos.

Sin entrar en este pueblo, tomamos el camino a Cantejeira por el que ya en noviembre habíamos bajado hasta Castañoso. En continua subida fuimos avanzando contemplando la disparidad de colores de esta primavera que aún estamos comenzando. En una de las fotos se puede ver este contraste en el mismo árbol con aspecto otoñal y primaveral.

Antes de llegar a Cantejeira nos hemos desviado a una pradera donde, acomodados a la sombra de otro árbol, nos hemos puesto a comer. Minutos más tarde retomamos la marcha entrando en el pueblo en cuya palloza-bar tomamos un refrigerio. En la bonita fuente nos sacamos una foto antes de emprender el último tramo de la ruta. No decidimos ir a la cascada ya que, además de andar un poco justos de tiempo, nos comentaron que traía poco agua.

A escaso un kilómetro se encuentra Pumarín por dónde pasamos enseguida. Preguntamos por una alternativa a la carretera para bajar a Balboa y nos indicaron un camino que nos llevaría al castillo. En este tramo atravesamos varias veces la carretera y perdimos en alguna ocasión el sendero, pero echándonos hacia abajo de continuo llegamos casi por suerte a dicha fortaleza.

Por su recinto anduvimos unos minutos antes de bajar el ultimo repecho a Balboa dónde terminamos la marcha.

En este pueblo nos cambiamos y nos dirigimos hacia la otra palloza-bar de las afueras en la que tomamos otro refrigerio antes de emprender la viaje de regreso a León.