jueves, 29 de noviembre de 2012

PICO TETAS Y TRES PROVINCIAS 18-11-12


EN ESTA PENÚLTIMA SALIDA DEL AÑO HEMOS SUFRIDO PARTE DE LOS PARTICIPANTES UNA INCIDENCIA QUE CASI NOS CUESTA QUEDARNOS A PASAR LA NOCHE POR LA ZONA DE SAN GLORIO. LA NIEBLA NOS HA JUGADO UNA MALA PASADA DESPISTÁNDONOS POR COMPLETO Y SACÁNDONOS DE LA RUTA PREVISTA. AL FINAL TODO SE RESOLVIÓ SATISFACTORIAMENTE DENTRO DE UN HORARIO “NORMAL”. 
EL OBJETIVO MARCADO ERA LA ASCENSIÓN A PEÑA PRIETA Y TRES PROVINCIAS, Y MIENTRAS UNO DE LOS COMPONENTES ALCANZABA ESTE ÚLTIMO, OTROS CORONÁBAMOS LA CIMA DEL PICO TETAS, PUNTO EN EL QUE NOS DESORIENTAMOS.

(NOTA: Pinchando sobre las fotos pueden verse con la calidad original)


Tras una parada en el pantano de Riaño, donde pudimos sacar unas bonitas panorámicas con el arco iris de fondo, llegamos a Llánaves de la Reina en el cual nos preparamos para la ruta. Tras dejar los vehículos al comienzo del valle del Naranco y sacarnos una foto de grupo, emprendimos la marcha por éste hacia su cabecera. Mientras Nati y Merche optaban enseguida por dirigirse a Portilla, el resto avanzamos por el ancho camino hasta llegar al refugio de Tajahierro. Allí vimos una curiosa postal de unas cancillas colocadas en medio de la nada y dando paso a no se sabe qué finca. El grupo se había dividido, y mientras José A. se dirigía al Boquerón de Bobias, Santiago, Mª Jesús, Álvaro y yo, Javi, optamos por echarnos hacia el collado de Robadoiro.




Las nieblas envolvían las cumbres mientras subíamos hacia la cresta que coronamos en dos grupos y diferente punto. La nieve ya cubría el terreno, aunque de momento muy difuminada. En la cresta nos juntamos con un grupo de montaña de San Andrés del Rabanedo y juntos nos encaminamos por la divisoria de provincias hacia el Cubil del Can. Tras pasar unas zonas de medio trepada entre roca, comenzamos a encontrar nieve más abundante y dura que al final nos hizo desistir el avance. Mientras el grupo daba la vuelta, nosotros cuatro nos acercábamos a un punto dónde podíamos ver Peña Prieta, justo desde comienzo de las palas de nieve helada y a una altitud de unos 2140 metros. En esos momentos nuestro compañero José Antonio estaba en la cima del Tres Provincias, como luego supimos. Aquí inserto una foto de archivo de otro día con tiempo similar. 





Retrocedimos siguiendo las hasta el collado tras el cual nos detuvimos a comer. Siguiendo los senderos bajo el Alto del Naranco, decidimos ir hacia el puerto de San Glorio para descender a Llánaves por un camino entre pinares. Este sendero nos llevó al alto del pico Tetas con 2108 metros, en el cual nos sacamos otra foto y dejamos una tarjeta. Para ser sincero, solo la altitud y un poco de intuición nos daban el emplazamiento en el que estábamos ya que la visibilidad era nula. 



Retomamos la marcha por otro sendero hacia el Norte, donde se suponía estaba el puerto, comenzando a descender bruscamente por fuertes vaguadas que comenzaron a inquietarnos un poco. En algunos lugares teníamos incluso que destrepar por la roca. Alcanzamos así un collado desde el cual descendía una hondonada por la que nos echamos con precaución para no patinar con la hierba mojada. En la parte baja nos reunimos con Santiago, que había bajado por otro lado, y cogimos un sendero a media ladera que nos pasó más vaguadas hasta meternos de lleno en un bosque. Todo ello sin saber dónde estábamos.


Comenzamos a descender por el medio del hayedo mientras anochecía y ya con idea de tener que pasar la noche por allí. De vez en cuando encontrábamos lo que parecía un sendero que enseguida se diluía entre la arboleda. Ya muy abajo comenzamos a ver troncos serrados a motosierra, aunque de hacía mucho tiempo, lo cual nos dio a entender que no lejos podía haber un camino, pero ¿en que dirección? Seguimos descendiendo sin más hasta que por fin salimos a ese ancho camino en el que vimos huellas de vehículos. A alguien le pareció oír el ruido del motor hacia la parte alta y eso nos decidió a tomar esa dirección. Habíamos bajado a 1080 metros.
Siguiendo el mismo durante un buen rato nos sacó a la carretera de San Glorio cinco kilómetros por debajo del puerto y en la parte cántabra.
Remontamos ese tramo dejando atrás el mirador del corzo y la niebla se disipó quedando un bonito mar de nubes alumbrado por la luna que aparecía delante de nosotros. Desde el alto del puerto nos restaban otros cinco kilómetros hasta Llánaves al que llegamos poco antes de lasa 23:00 horas. Los compañeros, con los que habíamos conseguido hablar, ya habían marchado. Nosotros nos detuvimos un minuto en Boca de Huérgano a tomar un  café calentito antes de reanudar el regreso a León.

Queda más que resumida esta aventura que por suerte no quedó más que en eso, una anécdota que podemos contar. En ningún momento estuvimos en peligro, pero la noche encima y la niebla húmeda no eran buenos aliados para poder terminarlo bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario