UNA VEZ MÁS HEMOS IMPROVISADO LA SALIDA DE ESTE FIN DE SEMANA DECIDIÉNDONOS POR LA ASCENSIÓN AL PICO LLERENES Y ALGUNA DE LAS CUMBRES DE SU ENTORNO. CON TIEMPO PRIMAVERAL, DISFRUTAMOS DE LA JORNADA HASTA ÚLTIMA HORA DE LA TARDE.
(NOTA: Pinchando sobre las fotos pueden verse con mejor calidad y mas grandes)
Comenzamos la ruta en la carretera que sube a Lois, poco más arriba del desvío a Ciguera. Allí dejamos los coches a la sombra y nos sacamos una foto de grupo antes de emprender la marcha.
Por un bonito valle cargado de vegetación comenzamos a ascender suavemente con algunas de las cumbres por las que luego andaríamos frente a nosotros. Las verdes praderas moteadas de flores eran un placer visual.
Panorámica del valle con la vista atrás y algunas cumbres divisorias de Lois y Solle.
Foto de grupo con la peña Escobalines y el frondoso hayedo en su falda. Ladera arriba nos encontramos con ese extraño ejemplar de flor de dimensiones arbóreas. Alguien tendría que estudiarlo............
Dejamos atrás la vera de dicha peña y su bosque para meternos poco a poco en vaguadas floridas por las que bajaban algunos arroyos. En un determinado punto volvimos a acercarnos a otra arboleda donde encontramos troncos caídos como el de la foto y otros bellos rincones.
Ya camino de la collada se acentuó la pendiente por la que sin embargo se ascendía cómodamente.
Desde esta collada de Los Colladrines contemplamos la doble cumbre de los Llerenes así como el cercano Yordas. Hacia atrás ya se veía paisaje amplio y el verde bosque en el que habíamos entrado.
Tras una breve parada, retomamos la marcha por la cresta en la que vimos un curioso picacho con caída a techo sobre el vacío. En la parte baja del mismo se emplaza el valle de Anciles bajo las laderas del pico Yordas. Por detrás, en dicha cresta, podíamos ver como iban quedando por debajo las cimas que luego subiríamos. Los últimos metros ascendimos por roca encontrando algunas trepadas que sorteamos sin mucha dificultad. Así alcanzamos la cumbre del pico Llerenes en su cota más occidental.
Desde esta cima de 1893 metros podía verse una gran panorámica con multitud de cumbres y algunos pueblos así como parte de los embalses de Riaño y Porma.
Poco antes de alcanzar la misma se nos había unido una parte del club que habían ido por otro itinerario y allí nos sacamos unas fotos de grupo. Comimos tranquilamente antes de emprender el descenso.
Ya bajando seguimos viendo las impresionantes paredes verticales de la cara Noroeste.
Desde la misma collada, y siguiendo la cresta, algunos alcanzaron la cumbre del pico Las Peñeras, del que no tengo foto al bordearlo yo con dirección ya al Castaño, en el que se nos ve al grupo en esta siguiente imagen entre un curioso buzón con veleta.
Siguiendo luego la parte alta del macizo alcanzamos la cima del pico Los Cantos, contemplando desde la misma las demás cumbres con el Llerenes confundiéndose totalmente delante de Peñas Pintas.
Desde la misma comenzamos el descenso definitivamente por un valle en el que el colorido primaveral era todo un espectáculo. Sobran las palabras ya que todo lo que se quiera describir queda escaso .
Salimos a la carretera en un punto intermedio entre Lois y los coches. Tras llegar a ellos nos dirigimos a Lois donde se encuentra la iglesia conocida como “La Catedral de la Montaña” por su enorme amplitud y tamaño. En un bar tomamos el acostumbrado refrigerio de final de ruta y al salir nos encontramos con esta bella postal de la luna llena sobre las cumbres por las que antes habíamos paseado.
Para terminar, un bonito video en el que pude captar la rápida carrera de un rebeco que pasó por delante de nosotros en el valle de bajada. Vimos numerosos en las crestas y laderas durante este descenso.
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